El madurismo tiene para 2024 varios candidatos presidenciales, por Beltrán Vallejo
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Así mismo es, como ustedes están leyendo: el madurismo tiene varios candidatos en lista para las elecciones presidenciales del 2024: por supuesto que tiene uno que se inscribirá en las tarjetas del propio PSUV y de ese enanismo oprobioso llamado “polo patriótico”, y también tiene otros engendrados de su laboratorio cuyos nombres son una mara y un cestón de pícaros que se etiquetan como “opositores”, pero cuya labor es darle un colorante democrático a la tiranía, tratar de dividir al electorado opositor y manipular, siempre manipular, opiniones e imaginarios en la sociedad venezolana que quiere sacar a Maduro de Miraflores.
Por cierto que los personeros de ese laboratorio, y ratifico que todos son candidatos del PSUV y del sistema tiránico, los verán paseándose por esa televisora de la mendacidad y de la falsa cuyo propietario es un empresario solicitado penalmente en Estados Unidos por lavado de dinero y de cuyo nombre no quiero acodarme; dicha televisora es por supuesto Globovisión, que es otro laboratorio mediático del madurismo con su componente de desvalorizados opinadores cuyos nombres también me dan pena decirlos.
Al hablar de los candidatos del PSUV, por supuesto que hay que nombrar al jefe de la jauría, a nuestro querido compatriota Nicolás Maduro Moros, quien en verdad se le pegó ese virus de todo autócrata de no dejar para nada la silla presidencial, ni un milímetro de alejamiento del poder pasa por su cuadroide cabeza. Maduro es otro maniquí del escaparate de la tienda del poder absoluto por donde podemos ubicar a los Putin, Ortega y Murillo, Díaz Canel, Bukele, Lukashenko, Jinping, Erdogan y demás “providenciales”.
Pues Gracias a Dios, y hablando de “providenciales”, que la Providencia ha logrado que en el PSUV no se les ocurriera cambiar de candidato y ratifique a Maduro como aspirante a la reelección; y digo Gracias a Dios porque él motiva a la oposición, él entusiasma al mundo opositor porque es el gran responsable de todas las penas del país; los venezolanos saben que el culpable de todas sus cuitas y tragedias se llama Nicolás Maduro. Gracias PSUV por ratificarlo como candidato.
Y los del laboratorio, cada día son más y cuestan un pocote de plata para hacer su respectivo aguaje opositor. Lamentablemente para ellos, el régimen en estos momentos está sacando cuentas si seguirá valiendo la pena presupuestarlos porque son muy caros, y que con el tiempo de la inquina y del cinismo en su quehacer se vienen desgastando.
Por ejemplo, con el tiempo ese AD de la tiranía, el aborto del TSJ, está que ya no confunde al adeco de a pie por más que Bernabé y Martínez sigan utilizando los símbolos históricos de Acción Democrática como carroñeros. Así que ese candidato de la realá, el tal Luis Martínez, otrora llamado el “burro Martínez”, no levantará para este año más polvareda de confusión en las bases adecas. El AD que él representa es el AD del estupro, del delito. El que vote por la tarjeta blanca secuestrada por el madurismo está votando por Nicolás Maduro.
Igualmente, sobre los otros laboratorios como el del Conde del Guácharo y el del señor Ecarri, ellos expresan una estrategia de disgregar y fraccionar la votación unitaria del mundo opositor al evitar escenarios de unificación e irse por la calle del medio en una política personalista y ególatra. Sin embargo, para estos tiempos esa tarea será ineficaz porque la sociedad que quiere salir de Maduro no busca payasos ni postinúos personalistas para vencer la tiranía en el juego político que sea. La sociedad venezolana comprende lo fundamental del escenario unitario que conglomere a los actores políticos que son enemigos de verdad del madurismo.
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Por ahí andan otros dos laboratorios que son más escandalosos y folclóricos, el del fulano Bertucci y el de ese personajito de los cuentos de Kafka llamado Luis Brito. Ese “hombre de Dios”, el pastor Javier Bertucci, de nuevo candidato presidencial, vuelve a la faena con una estela de escándalos “no santos” y teniendo como plataforma su consorcio religioso-empresarial “Maranatha”. No creo que Jesucristo esté contento con los Panama Papers donde la sombra de Bertucci aparece en las firmas Health Supply, Todo Salud y Sky Suministros. Y el otro candidato pintoresco es Luis Brito al lanzar también su nombre al mercado electoral de Ali Babá y los cuarenta ladrones sin poder quitarse los escándalos de sus fulanas giras europeas que son la génesis de ese capítulo nefasto de la politiquería venezolana llamada el “alacranaje”. Recientemente, como apunta la prensa, este sujeto y otros diputados fueron acusados por un bufete español debido al desfalco de 1.100 millones de euros, siendo una acusación que comprende honorarios impagos, falsificación de documentos y un proceso de legitimación de capitales.
En los momentos de escribir este articulito, no se ha asomado por ese laboratorio el amigo Claudio Fermín. Quizás no ha cicatrizado su ineficacia divisionista en Barinas, y por eso para los intereses del PSUV debe estar algo devaluadito por improductivo. Se verá más adelante si aparece.
En fin, este es el laboratorio donde esos personeros por supuesto no pensarán en sacar de esa mara de pescados un solo candidato porque su labor no es el proceder político de acumular fuerzas para plantarle una batalla honesta al madurismo, sino dispersar el voto opositor y confundir incautos.
Lamentablemente para Maduro y el PSUV, el pueblo venezolano ya los conoce.
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