• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

El Mundial de Qatar: tiempos para el olvido, por Humberto Villasmil Prieto



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Opinión TalCual | octubre 22, 2022

Twitter: @hvmcbo57


Somos nuestra memoria,

somos ese quimérico museo de formas inconstantes,

ese montón de espejos rotos.
Jorge Luis Borges.

 

En unos días el Mundial de Fútbol de Qatar (2022) paralizará al mundo. Pondrá pausa a las protestas y a las voces indignadas por las guerras, el hambre o la violación de los derechos humanos. Pocos quizás recordarán lo que hace nada era noticia. La infocracia que signa este tiempo rinde culto a lo instantáneo, disfruta hedónicamente del presentismo y rechaza aquello que puede sensibilizar conciencias perdidas o sencillamente afear lo que con ansiedad se espera disfrutar.

Nuestras calles se llenarán de banderas —no de las nuestras, lo sabemos bien— y por un tiempo podremos decir que «aquí no ha pasado nada». El país que nos trajo hasta aquí acaso no cambió nunca. Fuimos una sociedad lúdica que conserva instituciones tan ancestrales como el «pescuezeo», que ahora es cibernético. Selfies que van y vienen en medio de codazos nada elegantes para aparecer en la foto; sociedad que desprecia a los anónimos, que rinde un culto inagotable a la imagen en tiempos de una civilización global que «ha interrumpido el culto a la profundidad», como escribiera Alessandro Baricco.

Pero todo ello, con dimensiones colosales, se escenificará de intensa manera los próximos días, los días del Mundial.

En un trabajo publicado hace un año —este tipo de información se ha ralentizado últimamente para decirlo de un modo políticamente correcto— se decía que: «Un análisis del medio británico The Guardian señala que más de 6.500 trabajadores migrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka han muerto en Qatar desde que ganó el derecho a ser sede de la Copa del Mundo hace 10 años. Los hallazgos, recopilados a partir de fuentes gubernamentales, significarían que un promedio de 12 trabajadores migrantes de estas cinco naciones del sur de Asia han muerto cada semana desde la noche de diciembre de 2010 cuando las calles de Doha se llenaron de multitudes extasiadas celebrando la victoria de Qatar» (¿6500 o 34?” (La nebulosa en torno a los trabajadores muertos en Qatar en el Mundial de Fútbol. Albert Sanchis, Magnet, 23-02-2021).

El Gobierno de Qatar, por su parte, señaló en 2015 que «no se había perdido la vida de un solo trabajador» en relación con la construcción de la Copa del Mundo, mientras que The Guardian y algunas organizaciones en defensa de los derechos humanos relacionan las muertes con la construcción. En total, podría haber habido 37 muertes solo entre trabajadores directamente relacionados con la construcción de los estadios de la Copa del Mundo, aunque 34 de ellos están clasificados como <<no relacionados con el trabajo>> por el comité organizador del evento (Sanchis, cit).

Amnistía Internacional hizo público un video escalofriante que llevó por título: Qatar, la Copa Mundial de la Vergüenza que incluye distintas secciones como: El lado espantoso de un hermoso juego: Mostramos cómo las empresas de construcción encargadas de las obras para la Copa Mundial de 2022 están abusando de los trabajadores migrantes e incumpliendo el propio derecho laboral de Qatar. Pero nada de esto afeará el espectáculo. Por unas semanas aquí no habrá pasado nada y lo que ocurrirá será en otra parte, nos llegará por la TV y nos pondrá radiantes de felicidad desbordada.

De mi parte, viviré mi propio mundial de futbol en medio de esa nostalgia que, como decía Guillermo Cabrera Infante, es sencillamente «la metafísica del recuerdo»; y lo viviré por ende recordando los años más felices de mi vida. Tiempos de adolescencia cuando todo era proyecto. Recordaré a esos ídolos que nos llevaron de la mano a otros mundos imaginarios en los que cada uno diría que fuimos felices.

A mis 13 años vi por primera vez un mundial de fútbol. Fue el de México 70. De aquellas transmisiones de TV que cada día me asombraban al ver jugar a futbolistas legendarios de países que ni sabía entonces dónde quedaban. Llevo conmigo el recuerdo más entrañable: el de  Teófilo Cubillas, El Nene, con su camiseta blanca, atravesada por la banda roja, al frente de la selección peruana.

Lea también: Thibaut Courtois, el infravalorado, por Gustavo Franco

Recuerdo todavía a Lázaro Candal desgañitándose de emoción al narrar los goles de Cubillas en aquel torneo en que si la admiración no nubla mi memoria quedó entre los líderes goleadores.

La vida me demostró que las intuiciones de niño no solo son las más persistentes sino las más acertadas al final. Intuí desde siempre —y hoy lo recuerdo— que Cubillas había sido y que sería, además de un grandísimo jugador, un ejemplo para todos, pero muy especialmente para los jóvenes que quisieran dedicarse al fútbol. Todo ello partió de una simpatía y cercanía que en mí surgió desde la primera vez que le vi por TV. Al final, durante aquel mítico México 70 que ganara Brasil liderado por O Rey Pele, terminé de caer en cuenta que de todo aquello que paralizaba al mundo a mí lo que en verdad me interesaba era ver jugar a Cubillas.

Y esa intuición adolescente se confirmó tantas veces cuando estando en Lima y tirando de la lengua a algún taxista le escuché hablar con desbordante admiración y respeto de aquel excelso jugador que llenó de alegría al Perú y a toda la América Latina.

«Nos resistimos a que nos extirpen los recuerdos, que son el asidero de la identidad» decía Javier Cercas en El monarca de las sombras. Por eso. mi Mundial 2022 será el del recuerdo de tiempos que pasaron y que parecen perdidos para siempre. Tiempos aquellos de mis ídolos eternos, de los que nacen casi desde la niñez. Tiempos en que un mundial de fútbol era una fiesta planetaria y no un «espectáculo» del que muchos querrán hablar en voz baja.

Humberto Villasmil Prieto es abogado laboralista venezolano, profesor de la UCAB. Miembro de número de la Academia Iberoamericana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Post Views: 2.406
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

FútbolHumberto Villasmil PrietoOpiniónQuatar


  • Noticias relacionadas

    • Genocidio, por Fernando Rodríguez
      septiembre 15, 2025
    • La dictadura del “¡Hola! ¿Cómo estás?”, por Reuben Morales
      septiembre 15, 2025
    • Del sargazo a la economía azul: una oportunidad para el Gran Caribe, por Avriel Rose Diaz
      septiembre 15, 2025
    • Sobre la tertulia con Ella Fontanals-Cisneros en la Freites, por Valentina Rodríguez
      septiembre 14, 2025
    • Defender la vida y la paz es el reto más urgente de nuestra era, por Stalin González
      septiembre 14, 2025

  • Noticias recientes

    • Trump anuncia ataque contra segunda "narcolancha" en el Caribe, dejó tres muertos
    • Tercera ruta por los presos políticos: piden a España actuar como un canal humanitario
    • Maduro: Relaciones entre EEUU y Venezuela están "deshechas", quieren un cambio de régimen
    • TikTok pasa a manos de EEUU: claves de la negociación
    • Del cultivo de la coca al traficante europeo, ¿quién controla el tráfico de cocaína?

También te puede interesar

El clarín desesperado, por Gregorio Salazar
septiembre 14, 2025
La ideología de Trump, por Ángel Lombardi Lombardi
septiembre 14, 2025
Venezuela y la paradoja de la libertad: una lectura desde Rousseau, por Alejandro Oropeza
septiembre 13, 2025
La semana laboral de 4 días: ¿más carga sobre las mujeres?, por Susana Reina
septiembre 13, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Trump anuncia ataque contra segunda "narcolancha" en el Caribe,...
      septiembre 15, 2025
    • Tercera ruta por los presos políticos: piden a España...
      septiembre 15, 2025
    • Maduro: Relaciones entre EEUU y Venezuela están "deshechas",...
      septiembre 15, 2025

  • A Fondo

    • Cómo se prepara y cuál es la capacidad real de Venezuela...
      septiembre 15, 2025
    • Alistamiento permanente en la Milicia y su despliegue:...
      septiembre 14, 2025
    • ¿Cómo y entre quiénes sería posible una negociación...
      septiembre 13, 2025

  • Opinión

    • Genocidio, por Fernando Rodríguez
      septiembre 15, 2025
    • La dictadura del “¡Hola! ¿Cómo estás?”, por Reuben...
      septiembre 15, 2025
    • Del sargazo a la economía azul: una oportunidad para...
      septiembre 15, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda