El mundo dice NO a la guerra, por Simón Boccanegra
Saddam Hussein es un tipo totalmente impresentable, de eso no hay duda. Es un tirano cruel, que ha sometido a su pueblo a inenarrables calamidades. Pero no es por pruritos democráticos que Baby Bush quiere invadir a Irak. Fruslerías como gobiernos dictatoriales o terroristas sólo han provocado insomnio entre los gobernantes gringos cuando aquellos dejan de serles útiles. Entonces no tienen escrúpulos en desembarazarse de ellos. Pero en este caso la supuesta razón es que hay que quitarle a Saddam las armas atómicas y químicas que según y que detenta. Pero resulta que los inspectores de la ONU, por más que buscan, no encuentran nada. De allí que buena parte del mundo no entienda por qué hay que invadir a Irak. Las manifestaciones antibélicas crecen por todas partes. El 84% de los ingleses se opone a la política de Blair, patético mozo de estoques de Baby Bush. En Estados Unidos ya más de la mitad de la opinión se ha volcado en contra. El mundo está reaccionando ante la criminal frialdad con la cual Bush y Blair planifican la destrucción de ciudades y la liquidación masiva de vidas inocentes en nombre de nada.