El mundo según Soto, por Simón Boccanegra
No nos referimos desde luego a Jesús Soto, uno de los más célebres venezolanos, de fama internacional y reconocido creador del arte cinético, sino a este simpático personaje de la dirigencia chavista, que preside la actual Asamblea Nacional y quien a veces nos sorprende con declaraciones tan desubicadas que no inspiran otra cosa que la sonrisa.
Pues bien el bueno de Soto Rojas aseguró ayer, durante su intervención en el foro Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, realizado en el Palacio Federal Legislativo, que los recientes hechos ocurridos en el país, como la supuesta violación de aguas territoriales por parte de un submarino extranjero y el secuestro del grandeliga venezolano Wilson Ramos forman parte de la estrategia de Estados Unidos para impedir que se celebre la primera cumbre de la Celac.
Por supuesto que una declaración de este calibre podría tener el propósito de exultar los ánimos de las alicaídas huestes oficialistas, en estos tiempos de irritación por tantas promesas a mitad de camino; pero proviniendo del tercer hombre en el mando de la revolución bolivariana, es como para pensar que la sala situacional de Miraflores posee alguna información que el común de los venezolanos ignoran.
O, simplemente, a Soto Rojas se le fue la mano, y ante el apuro del discurso previo a la instalación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se efectuará el 2 y 3 de diciembre en Caracas, no le quedó más remedio que echar mano a la ya reiterada advertencia de que el imperio está tratando de obstaculizar este magno evento. No sería nada descabellado e inoportuno volver en estos días con el tema de la invasión yanqui y dar luz verde a todo tipo de conjeturas, como aquella afirmación absurda del entonces ministro del Interior Ramón Rodríguez Chacin cuando aseguró que los homicidios ocurridos en Caracas eran cometidos por paramilitares colombianos infiltrados en los barrios.
Esta «revolución» da para todo.