El «oposicionómetro» debe estar en manos de la propia gente, por Xabier Coscojuela
Un tuit de la dirigente de Primero Justicia Dinorah Figuera alborotó el avispero político del país la noche del lunes 23 de mayo. En ese trino, Figuera afirmó que “La Plataforma Unitaria ha decidido que aquellos dirigentes políticos que se prestaron para judicializar los partidos políticos de la Alternativa Democrática no pueden ser considerados como opositores”.
Reafirmando lo anterior y, a continuación, en otro tuit escribió: “Por tanto, no pueden participar en una negociación, porque genuinamente no representan la aspiración de cambio de los venezolanos”. Estas afirmaciones nos generaron preocupación y conversamos con dos dirigentes del partido de Figuera para confirmar si lo dicho era así, o si esas manifestaciones de la diputada refugiada en España representaban a alguna corriente dentro del partido que lidera Julio Borges.
La respuesta a ambas interrogantes fue un no. Esas afirmaciones representan, a nuestra manera de ver, una forma equivocada, errada, de abordar el problema político que representa la falta de unidad opositora, en la cual creemos se debe tratar de incorporar a la mayor cantidad de factores políticos que hay en el país y que se oponen y quieren cambiar el desastre que significa la gestión de Nicolás Maduro.
Hemos dicho y reiteramos, que la unidad debe construirse alrededor de un objetivo común, con un programa político coherente y consensuado y con una ruta para lograrlo que esté clara para todos y que no tenga atajos de ningún tipo. Pero esto no quiere decir que se deba colgar el letrero que diga “se reserva el derecho de admisión”.
Al parecer hay dirigentes opositores que tienen una especie de “oposicionómetro” que les dice quienes son auténticamente opositores y quienes no lo son. Ese “oposicionómetro” no ha sido utilizado de manera uniforme por parte de quienes lo poseen. En el caso de Figuera, por ejemplo, no lo utilizó cuando Ismael García fue candidato de su partido a la alcaldía de Caracas, habiendo sido García un connotado dirigente del chavismo. Por lo menos no lo cuestionó públicamente.
Las declaraciones que dio hoy el secretario ejecutivo de la Plataforma Unitaria, Omar Barboza, quien afirmó que se busca la alianza lo más amplia posible, donde se integren todos los sectores que están dispuestos a lograr unas elecciones libres y transparentes, es lo correcto. Esa tarea no es responsabilidad exclusiva de Barboza, pero confiamos en que hará su mayor esfuerzo por lograrlo.
Somos contrarios a los “oposicionómetros”. Creemos que el tratamiento que se les debe dar a los dirigentes políticos que participaron en la judicialización de los partidos debe ser otro. Creemos que es más inteligente, políticamente hablando, incorporarlos a la participación en la construcción de la unidad que se requiere y que se les permita participar en las anunciadas primarias presidenciales si ese es su deseo. Serán los electores que voten quienes los pondrán en el lugar que les corresponde.
De esta manera, estamos convencidos que se les quitará el “oxígeno” político que les puede dar la discriminación anunciada por Figuera. Eso es algo que algunos de quienes están en ese sector opositor necesitan para justificar su postura. No tenemos dudas que dentro de esa parcela política nacional hay quienes buscan lograr la unidad opositora para derrotar a Maduro en 2024, pero tampoco tenemos dudas de que allí hay quienes juegan a la división de los sectores opositores para favorecer el triunfo electoral del chavismo dentro de dos años. No hay que ponérsela de bombita.