El Pastor Mr. Robertson, por Simón Boccanegra

La verdad es que este pastor evangélico Pat Robertson se las trae. ¡Menos mal que es cristiano! Por supuesto que al hecho mismo no hay que darle mayor trascendencia y bien seguro que ya mañana no será noticia. Tempestad en un vaso de agua que, sin embargo, creó cierta desazón en el Departamento de Estado, cuyos voceros se vieron obligados a aclarar que tales propósitos no constituyen parte de la política oficial norteamericana. Puntualización que a algunos puede parecer innecesaria pero que no lo es porque, como es sabido, investigaciones del propio Congreso de Estados Unidos, establecieron que la CIA llevó a cabo, años atrás, operaciones dirigidas a asesinar a algunas figuras políticas y hasta a jefes de Estado “incómodos”. En todo caso, si bien este señor Robertson no puede ser tomado en serio, sí forman parte los criterios que expuso de un cierto espíritu de los tiempos que recorren los sectores ultraconservadores de Estados Unidos, hoy denominados, en la jerga política, neoconservadores o, como dicen los gringos, apocopando el término, neocons. Lo que produce un escalofrío es que los tales neocons son los que hoy cortan el bacalao en el gobierno de Mr. Bush.