El peso del dinero, por Simón Boccanegra
«Poderoso caballero es Don Dinero», escribió Quevedo. Y así es. De acuerdo con una información publicada por La Patilla, lo que realmente pesó en las negociaciones para la liberación del «Pollo» Carvajal fue la intervención, por debajo de la mesa, de Damen Shipyards, en buen romance, Astilleros Damen, multinacional holandesa que construye naves de mar.
La mencionada empresa está construyendo actualmente, para nuestra Armada, 12 buques patrulleros por un monto de 309 millones de dólares, 8 cargueros por 132 millones de dólares y 18 lanchas de intercepción por 27 millones de dólares, lo cual, en números redondos, ronda los 500 millones de los del águila. A su vez, en junio del año pasado, PDVSA contrató la construcción de 10 remolcadores. Como es obvio, si alguien podía estar interesado en que las relaciones entre Venezuela y Holanda no fueran afectadas por causa de un militar venezolano detenido en Aruba según porque está en una lista de narcotraficantes, era precisamente Damen Shipyards.
Esos contratos son demasiado jugosos como para ponerlos en riesgo. De modo que movió sus palancas, sumadas a las de otros intereses, entre ellos los del gobierno venezolano, y el «Pollo», tan rápido como fue volvió, previo cuatro días de cana. Si un curioso se preguntara por qué en el negocio del narcotráfico priva tanta impunidad, podría encontrar una respuesta en anécdotas como esta. Hay en juego demasiados intereses poderosos, que involucran miles de millones de dólares, detrás de cada kilo de cocaína que se comercia en el mundo. Aun presumiendo la inocencia de Carvajal, ante las evidencias presentadas, lo menos que sale es una investigación. Pero no creo que el gobierno de Maduro la ordene.
