El plan chao, por Simón Boccanegra
El hombre cansa. Su discurso se repite y aburre. Ya la rabo e cochino no llega al home. Cualquier bateador le adivina el lanzamiento. Perdió fuerza en el brazo o, mejor dicho, en la lengua. Lo único novedoso del pasado domingo es que va a implementar el plan Ch, para después asegurar que dejará planchada a la oposición.
La verdad que este plan nos recuerda al plan Chaz, que aplicó en el campo y lo tiene arruinado. Importamos de todo, hasta café, fruto del cual vivió el país durante algunos años. Hoy viene de Nicaragua, puro plan Chaz.
En realidad lo que está planchao, gracias a Esteban, es el salario de los venezolanos, que cada día rinde menos en el mercado. Otro asunto que está planchao es la seguridad personal de cada uno de los habitantes del país, pues en cualquier momento pueden pasar a mejor vida. Ni que decir que más de la mitad de los trabajadores viven planchaos pues tienen que sobrevivir en la economía informal matando cuanto tigre se les aparezca o subsistiendo a duras penas. Lo que Esteban no quiere ver, es que la mayoría de los venezolanos ha decidido poner en marcha otro plan, con el cual despedir al inepto Caporal de los predios de Miraflores, con una avalancha de votos. Las manifestaciones que se están produciendo en cada rincón del país que visita el candidato democrático, Henrique Capriles Randonski, demuestran que la mayoría de los venezolanos quieren vivir en un país democrático, donde se busque el consenso para llegar a la solución de los problemas y no se le den órdenes como si toda la nación fuera un cuartel. En donde todos seamos venezolanos independientemente de nuestras posiciones políticas. Un país productivo, moderno, equitativo y justo. Donde sus habitantes cuenten con servicios públicos de primera. Es por ello que está en marcha el Plan Chao, chao contigo Chacumbele.