El recommerce: la tendencia de 2021, por David Somoza Mosquera
Twitter: @DavidParedes861
Una de las tendencias del e-commerce o comercio electrónico para este año es el recommerce, conocido también como “comercio inverso”. La particularidad de esta modalidad de negocio es que se enfoca en la comercialización de productos de propiedad anterior, básicamente usados.
Inicialmente el foco estaba puesto en la reventa de dispositivos, entre ellos móviles, o medios electrónicos como libros, a través de canales de distribución físicos o en línea, a compradores que los reparaban, en caso de que fuera necesario. Y, posteriormente, los reutilizaban, reciclaban o revendían también.
Si bien esa práctica persiste, el recommerce se ha ampliado al rubro de moda con el alquiler o la reventa de ropa que antes era propia en tiendas online u offline. Una investigación de Global Data para el Informe de la Segunda Mano de 2019 asegura que la vestimenta es uno de los ítems que más se ve en el “comercio inverso”. Según el estudio, este segmento creció “más de 20 veces más rápido que el mercado minorista de ropa convencional en los últimos tres años”, vale decir de 2015 a 2018.
Durante la pandemia, que abarcó prácticamente todo 2020 y aún persiste, ha habido un interés renovado en la venta de productos de segunda mano, al extremo de que se potenció. Por eso se perfila como una de las apuestas más importantes del comercio electrónico para 2021.
De hecho, según el portal Sendcloud, se prevé que las tiendas online de artículos de segunda mano crezcan aproximadamente 69% entre 2019 y 2021.
Una de las razones del repunte del recommerce es que el confinamiento aceleró el interés de los consumidores en los hábitos de consumo sostenible, desde ropa hasta aparatos electrónicos usados. Las preferencias por este tipo de compra se seguirán manteniendo este año porque, además, ayuda a contrarrestar las dificultades financieras que ha ocasionado la crisis sanitaria.
Ciertamente, comprar productos usados siempre ha sido una opción tanto para consumidores como para vendedores, sobre todo a la hora de abaratar los costos. A los compradores esta opción les permite obtener aquello que necesitan a un precio inferior de lo que tendrían que pagar en el mercado regular, al tiempo que quienes lo revenden obtienen ingresos extras. En ambos casos, contribuye a enfrentar estos tiempos revueltos.
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Esta práctica también dinamiza el mercado, ya que cuando alguien utiliza el recommerce para obtener dinero normalmente es porque va a adquirir una versión más moderna, y tal vez útil, del mismo producto. Por ejemplo, si se quiere cambiar una laptop o una consola de videojuego por una mejor, venderla es una buena idea.
No solo porque en el mercado siempre habrá alguien que necesite ese producto y se sienta tentado porque la oferta viene acompañada por un precio menor y accesible, sino también porque podrá utilizar ese dinero que obtuvo para adquirir aquello en lo que está interesado.
Pero esto no solo se da entre los ciudadanos comunes. Empresas tienen esta modalidad, en la que reciben los productos viejos que fabrican por una parte de su precio o como parte de pago para darles a sus clientes uno nuevo y de última generación.
Así que el recommerce sigue teniendo mucho potencial y más ahora en esta época de coronavirus. Es una opción que no debería menospreciarse por tratarse de productos de segunda mano.
David Somoza es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
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