El régimen en derrota ante el coronavirus, por Beltrán Vallejo
¿Recuerdan cuándo fue que la Academia de Ciencias proyectó el escenario de 1000 infectados diarios por COVID-19? ¿Recuerdan cuál fue la conducta de Diosdado Cabello ante ese planteamiento? Pues he aquí que después de un tiempo en que esta respetable institución científica formulara su hipótesis, y que hoy es realidad, puedo decir que estamos ante la crónica de un fracaso anunciado y ante la crónica del fin de tantas mentiras en boca de un Jorge Rodríguez, de un Maduro, de una Delcy y de otros irresponsables.
¿Recuerdan también que Jorgito Rodríguez hace meses llegó a decir que el sistema hospitalario venezolano contaba con un estimado de 20.000 camas para atender la crisis del Coronavirus, casi las mismas cifras de camas hospitalarias que tiene una potencia como Alemania? Pues en estos momentos ya tocamos el escenario donde no se encuentra lugar para colocar a tantos contagiados, sin meternos en la patética realidad de la falta de camas UCI y de ventiladores para mantener con respiración artificial a los golpeados con severidad por el coronavirus.
En fin, entiendo que ante el COVID-19 ningún país estaba preparado. Por cierto, el mundo ve con asombro, y algunos con tristeza y otros con risa, el colapso de las grandes potencias ante el virus, las mentiras de China y su opacidad con la enfermedad, el fracaso trepidante de EEUU y la irresponsabilidad de su Presidente, la inquietante inoperancia de una Rusia y el hundimiento de media Europa, y con esto añadimos la desgracia y la masacre sobre los pueblos de Brasil y México, debido al manicomio que impera en la gestión de salud de un Bolsonaro y de un López Obrador.
Pero lo que yo básicamente cuestiono de Maduro es su soberbia, su militarismo ante el virus, su sectarismo, su información sesgada, el uso político del virus, su comparadera fuera de lugar con otros países, su intención de construirse una narrativa de falsa épica y de vanagloriarse en relación a avances fantasiosos en torno al coronavirus.
He aquí que vemos el fracaso más estrepitoso del modelo de gestión de las cuarentenas denominado “7 x7”, “hecho en Venezuela”, como se jactaba su creador Nicolás Maduro.
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¿Ante este panorama, qué queda? Es evidente que Maduro con su prepotencia quiso asumir el liderazgo para enfrentar el coronavirus, pero está fracasando dolorosamente. Ante eso, el llamado es a la unidad nacional para enfrentar la pandemia en Venezuela.
Lamentablemente, ese señor y su pandilla poseen el control de las herramientas del Estado, así lo haga con ineficacia y con soberbia, por lo que no queda otra que presionarlo para que entre en el campo de esa unidad para enfrentar la epidemia.
Y en ese campo también debe entrar Guaidó y los demás acompañantes de su barco a la deriva, así se trate de una nave que como que no tiene buen capitán y se encuentra perdida en un inmenso y proceloso océano; pues entonces, es necesario que estos perdidos de Guaidó y la oposición democrática encuentren su Ítaca, como el Ulises aquel, y también formen parte de un liderazgo colectivo que haga todo el esfuerzo necesario para encontrar una estrategia en función de que la economía no se hunda más de lo que está hundida, y encontrar los recursos médicos, hospitalarios, de protección y de dotación, además de intensificar una campaña que fortalezca la responsabilidad ciudadana y la disciplina social sobre un pueblo que se caracteriza en su mayoría precisamente por su irresponsabilidad y por su indisciplina, lo que está facilitando el trabajo letal del covid-19.
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