El reto después del proceso de elecciones regionales, por Ángel Monagas
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“Rómulo Betancourt insurgió en 1928, más que para enfrentar la singularidad de un régimen dictatorial, para transformar una situación de atraso general mantenido desde el establecimiento autónomo de la República, en 1830, bajo el esquema de la llamada República Liberal Autocrática. Desde aquellos días, el ímpetu juvenil fue tomando formas concretas, hasta concebir y poner en marcha la Revolución Democrática, una teoría propia del poder que le permitió transformar aquella situación ante la cual había insurgido, para fundar el sistema liberal democrático, apenas diecisiete años más tarde.
El marxismo teórico y libresco que caracterizó su ideología en los primeros momentos, fue evolucionando, al paso de su formación autodidacta, de la experiencia adquirida gradualmente, y del análisis crítico de la realidad nacional. A pesar de ello, algunos vestigios de aquella doctrina se mantuvieron vigentes, e influyeron en la orientación que dio a su partido, Acción Democrática (AD) y a su accionar como jefe de Estado (1945-1947/1947-1948/1959-1964)”. Tomado del Libro Rómulo Betancourt. El Diseño de una República por Luis Lauriño Torrealba.
La cuarta República, denominación que era una de las pocas cosas en las que tenía razón, el Charlatán del siglo Hugo Chávez, debía morir. Ya agonizaba. Parafraseando una de mis tantas citas en columnas anteriores digo, quizá no murió porque ya estaba muerta.
Razones para su desaparición muchas.
El asunto es que el nacido también había muerto, en consecuencia no se engendró, ya caminaba, ya flotaba, hacía de las suyas.
El grave problema de nuestro sistema político es que el 23 de enero de 1958, nos equivocamos y no lo supimos sino hasta mucho después, cuando ya el árbol tenía raíces.
La quinta República no fue parida. Fue un clon de la cuarta. Y como toda copia es peor que su original.
Rómulo fue certero cuando estableció las bases de un sistema aún desconocido. Hoy es más urgente que nunca, diseñar una República. Distinta a las dos anteriores que conocemos.
El impedimento es que nuestra estructura política está muy viciada. Deben romperse los paradigmas en una nueva concepción, que de una vez y por todas, derrita la cultura militar detrás del poder. La corrupción pareciera ser un problema genético y por eso el venezolano hoy día, sabe que el chavismo es un aparato destructor superior a lo que combatió, plagado de cultura del robo, donde la mejor manera de hacerse rico en Venezuela, sigue siendo la política, bien como actor, bien a su servicio como muchos empresarios y comerciantes. Hasta las iglesias. Es un sistema totalitario.
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Lo cruel de esta historia es que las alternativas provienen de la misma cultura. También son profesionales de la política y no sacerdotes del servicio público. No saben hacer más nada. En 22 años de régimen, los líderes opositores lucen casi los mismos beneficios que el alto chavismo, salvo la cárcel, de la cual ni los propios rojos escapan, a menos que no esté dentro de su interés.
Todas las encuestas y estudios de opinión dan cuenta de ello.
El escenario del 21N o quizá un poco después
Yo no creo en ese proceso, no solo porque no veo condiciones, sino porque tampoco veo actores.
Como en muchas películas y series de narcos, hay quienes terminan admirando y “adorando” a los capos o “malos”. Ejemplo, Lacava y Héctor Rodríguez. Quienes dicen defender la democracia y atacan constantemente al chavismo por carecer de ella, acaban de mostrarse menos practicantes de la misma. No hay ejemplo ni modelaje. ¡Que drama señores!
La plataforma unitaria hubo de recurrir a la amenaza, la intimidación, el anuncio de ataques en redes, en medios con el remoquete de “alacrán”, para poder medio armar unos cuadros. Y no es que no haya “alacranes”. Todo lo contrario. El asunto es que unos son alacranes de frente y otros son alacranes de color negro que salen en la noche a comprometerse con el mismo enemigo, aunque alacranes al fin. Unos en Alianza y otros sin ella.
El misterio rodea todavía nombres. El G4 impuso el 95% de los candidatos y el 99% de ellos son de AD, UNT, PJ y VP. Los partidos pequeños pasaron a mejor vida porque “ellos no tienen votos”. Sentencia recurrente para sacarlos de los beneficios.
De toda la oposición, solo está ganando el candidato de la MUD zuliana Manuel Rosales. La razón de esto no es muy compleja y ni vale la pena explicarlo.
Es decir, la oposición participante puede recibir una estrepitosa derrota. No es por falta de votos precisamente. Es que con los chavistas tener votos no es suficiente.
La mesa de la negociación o pacto de salvación nacional, luce igual desde el principio. El único interés son los bienes en el exterior, especialmente en Colombia, Estados Unidos, Inglaterra y España.
Peor aún, muchos opositores de candidatos no están preparados para ganar y enfrentar la mayor crisis de estos tiempos: No hay capacidad para resolver problemas básicos, primordiales para tener una buena calidad de vida: Cuando no tenemos electricidad no tenemos agua, a veces no tenemos ninguno y el remate es que tampoco tenemos “gas” para cocinar, internet, el servicio de aseo costoso y malo, entre otros.
El bolívar desapareció y el dólar manda. Estos comunistas hablan de combatir la invasión del “gringo” y ya lo tienen dentro.
Después de este proceso y cualquiera que sea el resultado, el reto que deben asumir los jóvenes y una nueva clase política, es la conducción de los aparatos de representación. Necesitamos lograr un nuevo país, sin presidencialismo y llevando a su mínima expresión los caudillismos tipo Henry Ramos Allup, Bernabé, etc. Jubilarlos a la fuerza. Declaremos su incapacidad política. Caso contrario, Venezuela seguirá la ruta marcada desde La Habana.
Después del 21N o cuando corresponda, tenemos que volver a empezar.