El rey del caradurismo, por Simón Boccanegra
Omar Mezza Ramírez fue siempre un personaje desmesurado. Este minicronista recuerda que cuando Américo Martín fue candidato presidencial del MIR, partido de precarios recursos, Omar Mezza fue candidato a diputado. Por cada afiche de Américo había cien de Omar. Toda la Ciudad Universitaria, Los Chaguaramos y otros sitios, estaban empapelados con la efigie de este caballero. Después gozó de sus quince minutos de fama cuando de puro pepasomada se hizo parte en el juicio contra CAP. Lo acusó precisamente de malversación de fondos porque Pérez había desviado 250 millones de la partida secreta. Curiosamente, ahora, con su habitual desmesura, Omar declara que en su autorizada opinión de experto en malversación no se ha cometido el mismo delito en el caso de los 2,3 billones del FIEM. Sin embargo, si a Isaías le diera por acusar a Chávez de malversación no necesitaría devanarse el cerebro para argumentar. Sería suficiente con que apelara a los alegatos de Omar Mezza contra CAP. Allí está todo dicho. Hasta en el caradurismo Omar es desmesurado.