El rock bien aceitado de Viniloversus
La banda Viniloversus dio un concierto poderoso en la Concha Acústica de Bello Monte. Los caraqueños volvieron a su ciudad para repasar su repertorio de cinco álbumes publicados, y mostrar un adelanto de su próxima producción de estudio
Texto y fotografías: Víctor Amaya
Chaquetas de cuero, guitarreos y mucho contraluz marcaron la noche del sábado 12 de noviembre durante el concierto de la banda Viniloversus. En esa presentación Rodrigo Gonsalves mostró sus amplias habilidades como vocalista y, más aún, como encargado de las seis cuerdas. Durante las dos horas de recital, comandó el sonido de su habitual Eastwood Airline Map blanca que por momentos intercambió con una Gibson SG y otra acústica para los momentos más íntimos.
La selección de canciones mostró el crecimiento y el impacto cultural de esta agrupación en una generación -al menos-, apropiadamente aprovechando que el escenario de la Concha Acústica de Bello Monte fue el mismo que los cobijó en su debut hace más de tres lustros. Así se escucharon piezas tomadas de cada una de las placas discográficas, desde El día es hoy (2008) hasta VVV (2019), con los gritos del respetable mostrando el nivel de apego a cada una. La nostalgia también juega.
Fue, al menos así se percibió, un reencuentro de la producción con sus fanáticos. Pero en realidad Vinilo nunca se han ido, a pesar de migraciones, mudanzas, separaciones y cambios en la formación. Por eso se escucharon fuerte los coros en voces de los asistentes, se calibraron las peticiones de canciones específicas surgidas de gargantas desgarradas desde las gradas, se vieron lágrimas correr en algunas mejillas. Por eso se ha confirmado que «Ares» es un reflejo de una generación que alzó un grito contra la violencia que desangró a un país que sigue herido y sin cicatrizar, con todo y pirotecnia.
Vinilo nunca se ha ido, además, porque logran sonar como si los ensayos nunca pararan. Pero lo hacen, y a menudo. Sus integrantes viven, en general, en ciudades diferentes con agendas diferentes con ritmos de vida diferentes y con ocupaciones diferentes. En Florida, Carolina del Norte o Ciudad de México, cada uno de ellos desarrolla su propia historia haciendo cruzar las líneas cuando es posible. A alguno le ha tocado desempolvar tambores, a otro reconectar con viejas partituras y alguno más ausentarse de otros proyectos muy activos; pero todos juntos logran demostrar que la máquina de Viniloversus podrá bajar las revoluciones pero nunca se apaga.
En el camino, cada quien estudia y robustece sus habilidades. Porque así como Rodrigo despunta con su guitarra, el talento de Alberto Duhau lo hizo brillar con unos exquisitos solos que cortaron la oscuridad a la que fue sometido por el diseño de iluminación. Al otro lado del escenario, Juan Víctor Belisario se mantenía flemático y preciso, asumiendo con hidalguía el rol de único bajista que tiene desde hace algunos años mientras controlaba las programaciones y los teclados. Al fondo, Orlando «Mangan» Martínez usaba sus manos para pintar sobre los cueros dispuestos en su batería, castigada durante todo el show con imparable energía.
Viniloversus prepara nuevo disco, como anunció Rodrigo desde la tarima que compartió con los invitados Samantha Dagnino y Boston Rex (en «Carpe Diem») y El Otro Polo durante «Canción de amor». Mientras tanto, supera sus días de exilio mientras se regodea en mostrar «Dos secretos, «Yunque», «Juega bien tus cartas», «Amnesia invocada», «Bipolar visceral» y «Tu ambición», protagonistas de todas las listas que recibieron dos meses antes del concierto en Caracas cuando preguntaron en redes qué incluir en el setlist.
La cita del sábado 12 de noviembre había comenzado con una gratificante presentación de apertura de Tomates Fritos, donde el sonido de los orientales se impuso a la desnudez del escenario y la pésima iluminación. Los liderados por Boston Rex aprovecharon de presentar un nuevo tema que incluirán en un disco que preparan para 2023: «La casa está de pie». Para los conocedores de la historia reciente de la agrupación, la canción dice bastante y también evidencia el impulso del conjunto por avanzar luego de dejar en un armario un álbum ya terminado.