El Sabelotodo «soluciona» la crisis eléctrica
La crisis eléctrica no sólo tiene mortificados a los habitantes de esta tierra de gracia sino que tiene fuera de sus cabales a Chacumbele, padre de la criatura. La sesera ya como que no le carbura y espepita sandeces a una tasa superior a su promedio normal, que de por sí es elevado. Hugo El Grande, en medio de otras necedades, afirma que «A los ricos les gusta que uno les dé todo, energía y agua barata».
El Omnisapiente olvida que su gobierno, por razones demagógicas, mantiene congeladas las tarifas eléctricas desde 1999, lo cual constituye una estupidez suprema, que so pretexto de proteger a los pobres, en verdad beneficia a los ricos. Es una estupidez semejante la de mantener congelados los precios de la gasolina. El Omnisapiente descubre, con la pendejadita de once años de retardo, que la electricidad barata y la gasolina regalada constituyen subsidios del Estado para los más pudientes.
El Omnisapiente, el Todopoderoso, comienza a descubrir ahora que la electricidad más cara es la que no se tiene, cosa que ya los habitantes de Puerto La Cruz, por ejemplo, que acaban de vivir un chapagón de 48 horas, no requieren que se los explique Giordani, en una de sus habituales pamplinadas. ¿Cuál es, sin embargo, parte de las soluciones que propone el Hugo El Sabio? ¡Chapagarle la luz a los centros comerciales desde las 3 de la tarde en adelante! La cabeza le quedo echando humo. Ángel Navas, presidente de la Federación de Trabajadores Eléctricos, quien cada vez que habla le da una lección al Gran Sabelotodo, dice que «no se puede culpar a los ciudadanos del alto consumo eléctrico», apuntando algo por lo cual ni el «planificador» Giordani ni su jefe, el Sabelotodo, se han paseado: «la mayoría de los países cuenta con un plan rector del sector eléctrico a diez años y como aquí hemos carecido de planificación, estamos viendo las consecuencias». Elemental.