El síndrome de Chacumbele, por Simón Boccanegra

Alguna gente del MVR tiene la idea singular de que las instituciones son de plastilina. Las quieren manejar conforme a sus intereses circunstanciales. El caso de la Alcaldía Metropolitana es emblemático. Algunos atorrantes del MVR tienen bronca con Peñita y lo que se les ocurre es proponer la eliminación de la alcaldía y volver al gobernador designado por el presidente. Esta es una insensatez que seguramente será rechazada por las personas más responsables (que hay algunas) del gobierno y del partido, pero su solo planteamiento ya es un problema. Porque genera incertidumbre y hasta miedo. Eso es lo que llaman inseguridad jurídica. No hay manera de saber a qué atenerse en materia de leyes e instituciones. La culpa, sin embargo, no es del ciego. El garrote se lo entrega un presidente que un día habla de estado de excepción y al día siguiente dice que eso es puro «alboroto», para desdecirse dos días más adelante y volver con el tema. A lo mejor en la guerra es conveniente tener al enemigo en ascuas, con conductas no predecibles, pero en el gobierno de un país la impredictibilidad es fatal. Eso es lo que llaman el síndrome de Chacumbele.