El tendido eléctrico, por Simón Boccanegra
Chávez pasa hoy el suiche a la interconexión eléctrica con el norte de Brasil. Comenzada en el gobierno anterior, cuando también hubo que sortear los obstáculos opuestos por algunas comunidades indígenas de la Gran Sabana, Edelca ha culminado esta obra. Es justo reconocer que Chávez supo resistir las presiones absurdas, falsamente ecologistas, sobre todo de ONG europeas, y de algunos indígenas, (en algunos casos sinceros en otros por intereses no muy claros), que trataron de sabotear la construcción. Pero, sobre todo, supo resistir la tentación de su propia demagogia (por la que se había dejado ganar cuando era candidato) y no se deslizó por el tobogán del oportunismo «indigenista». Ese tendido eléctrico no afecta para nada la naturaleza de la sabana y, por el contrario, no sólo suministrará energía a Brasil sino también a todas las poblaciones de la región, comenzando por Santa Elena de Uairén. Nunca olvido a una ecologista holandesa planteándome airadamente que esas torres y cables iban a destruir la selva de la Gran Sabana. Le pregunté si conocía la región. Por supuesto, no la conocía. Se desconcertó mucho cuando le informé que en la sabana, aparte de unos pocos morichales, lo que crece es una yerba de 20 centímetros de altura. No tenía ni puta idea de lo que hablaba. En este caso, bien por Hugo.