Empresarios venezolanos invierten 1.110 horas al año en hasta 68 trámites burocráticos
Unas 200 horas anuales se pueden perder tan solo entre fallas con el servicio eléctrico o en plataformas web de páginas como el Seniat, así que incluso la digitalización para automatizar trámites burocráticos parece ser difícil de implementar en Venezuela
La burocracia se mantiene como una de las muchas barreras de la economía venezolana, al consumir cantidades absurdas de tiempo, además de esfuerzos e incluso dinero para constituir una empresa o dedicarse a una actividad económica.
De acuerdo con el Índice de Burocracia en América Latina de 2021, elaborado en conjunto por seis organizaciones de distintos países con la colaboración de la Fundación de Investigación Económica Atlas, en Venezuela pueden emplearse hasta 1.110 horas al año en cumplir con un máximo de 68 trámites burocráticos para 18 entes gubernamentales.
Este resultado coloca a Venezuela como el país menos eficiente en materia de procesos administrativos. Es, por mucho, el que más tiempo pierde y más barreras coloca para la actividad económica en toda la región.
El estudio incluyó a seis países y los ubicó en tres grupos en función de las horas que emplean en trámites burocráticos para desempeñar actividades económicas. En el primer grupo, con el mejor rendimiento en el índice, se ubicaron Brasil y España. Colombia y México constituyeron el segundo grupo y en el eslabón más bajo figuraron Argentina y Venezuela.
De acuerdo con la investigación, en promedio Brasil emplea unas 115 horas anuales, mientras que España unas 332, Colombia alrededor de 524, México aproximadamente 491, Argentina unas 808 y finalmente Venezuela con un promedio ponderado de 1.043 horas por año.
Mientras que en la región se promedia un uso de 552 horas anuales para completar los trámites, en Venezuela se duplica esta cantidad. Al considerar que el tiempo de trabajo se calcula en unas 2.500 horas laborales anuales, la burocracia venezolana consume un 44,4% del tiempo laboral de una empresa en un año, horas que podrían ser empleadas en actividades productivas que ayuden a impulsar la economía y que se pierden en colas y conversaciones con funcionarios estatales.
Los números no se quedan ahí, puesto que esta cantidad de horas se traduce en al menos 324 diligencias al año. Ya que se deben contar solo los días hábiles en los que los organismos del Estado trabajan, significa que se debe completar 1,3 trámites por día laboral.
No en vano, muchas empresas pequeñas desisten de constituirse legalmente o concretan el proceso después de años de intentos, lo que genera un problema, ya que impulsa la informalidad.
«Es normal que veamos en nuestros países una informalidad muy grande, por eso es importante reducir esta carga burocrática. Además, se generan canales informales, redes de corrupción que debilitan el contrato social entre el ciudadano y el Estado», advirtió la presidenta de la Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE) e integrante de Cedice Libertad, Sary Levy.
Este análisis se corresponde con la realidad que reflejan las cifras de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (Encovi) 2021, en las cuales se indica que un 51,7% de la población laboral se dedica al trabajo por cuenta propia, generalmente desde la informalidad.
Los más afectados por esta situación acaban siendo las pequeñas y medianas empresas, que no pueden formalizar sus negocios sin perder la mitad de su tiempo de trabajo efectivo completando trámites.
No en vano, el director de Atlas Network, Roberto Salinas, resaltaba la preocupación por esta restricción hacia las empresas de menor tamaño. «No se le está haciendo la vida fácil al principal generador de empleo de nuestras economías: las microempresas», señalaba.
Entes con más trámites burocráticos
El informe revela incluso la cantidad de horas, en promedio, que se necesitan para completar los requisitos administrativos en los organismos gubernamentales venezolanos.
Los principales focos burocráticos que hacen consumir el tiempo de los ciudadanos son los trámites relacionados con la administración de las operaciones de las empresas. Esto se debe a que 282,3 horas se emplean en gestiones de salud y seguridad laboral y otras 434,2 en la declaración de impuestos.
En este sentido, los entes que más horas consumen son los siguientes:
- Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat): 424,2 horas anuales.
- Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (Inpsasel): 293,3 horas.
- Ministerio para el Trabajo: 134,2
- Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACS): 70 horas.
- Registro Mercantil: 42 horas.
- Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro): 42 horas.
- Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS): 37,9 horas.
- Ministerio para el Ecosocialismo: 27,3 horas.
- Alcaldías: 17,5 horas.
- Cuerpo de bomberos: 11,8 horas.
- Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (Sencamer): 10 horas.
- Banco Nacional de Vivienda y Hábitat (Banavih): 8 horas.
- Ministerio para la Agricultura y Tierras: 6 horas
- Instituto Nacional del Deporte: 2 horas.
- Ministerio para Ciencia y Tecnología: 1,8 horas.
Servicios públicos impiden reducir burocracia
El mundo entero ha avanzado hacia un contexto en el cual la burocracia tiene cada vez menos peso, en gran medida gracias a la aplicación de la tecnología, que facilita la automatización de diversos procesos.
La automatización no solo reduce el tiempo, sino también los costos de muchas operaciones que antes requerían personal especializado y materiales físicos para efectuar un registro.
Sin embargo, en Venezuela la tecnología no puede ayudar demasiado. Aunque algunos organismos han intentado implementar procesos automáticos, la deficiencia en las redes de telecomunicaciones e incluso en el servicio eléctrico juega en contra.
«Hemos visto que en la mayoría de los países de la región se han digitalizado muchos de los trámites, pero todavía hay una cantidad importante de exigencias. En Venezuela, debido a las fallas en las telecomunicaciones, los beneficios de la digitalización no pueden ser aprovechados en su totalidad», manifestó Levy.
Los datos del estudio demuestran que un 49% de los trámites en Venezuela están digitalizados. No obstante, se registran demoras de hasta 200 horas anuales por fallas en los sistemas web y en el servicio de electricidad, especialmente cuando son procesos involucrados con el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat).
«Entre el 66% y el 73% de las horas perdidas por fallas de esta naturaleza se debe concretamente a fallas en el portal del Seniat o a fallas del servicio eléctrico mientras se realiza algún trámite en este portal», destaca el informe.
Gobierno incrementa la burocracia
El discurso de Nicolás Maduro ha hecho mucho énfasis en la reducción de la burocracia y la simplificación de trámites para constituir más empresas, en el marco de lo que ha promovido como «el milagro económico» de Venezuela.
Más allá de que no existe tal milagro, sino una leve recuperación económica en algunos sectores, el Gobierno está muy lejos de reducir la burocracia. De hecho, parece propiciar su incremento.
Con la negativa de actualizar la Unidad Tributaria (UT) en función de la inflación, ahora este indicador se ubica en un valor de apenas 0,02 bolívares. De esta manera, diversos trámites dirigidos a personas jurídicas o naturales con ingresos elevados ahora aplican a todos. En consecuencia, esto se traduce en más tiempo empleado en burocracia.
Este es el caso de los activos pasivos especiales, una figura creada para las grandes empresas. Según la normativa vigente del Seniat, se designa bajo esta categoría a personas naturales con ingresos brutos de 7.500 UT en adelante y personas jurídicas con ganancias brutas de 30.000 UT o más. Esto quiere decir que se considera de esta manera a cualquier persona con ingresos brutos anuales de Bs 150 ($33) y a toda persona jurídica con ganancias brutas anuales de Bs 600 ($133).
Por si fuera poco, la reforma del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) impone aún más impuestos que deben ser declarados. Antes de la modificación de la ley, se invertían unas 96 horas al año por motivo de declaración del IGTF. Ahora se espera una mayor carga burocrática en este sentido.