En Caricuao el agua se bota por la calle mientras en las casas están secos
Los vecinos observan cómo se desborda el agua por toda la calle debido a una tubería principal que se rompió cerca del sector UD5, sin embargo en las casas no han visto una gota salir por los grifos desde hace más de dos semanas
Más de 15 días han pasado desde la última vez que los residentes de los edificios de las terrazas de la UD4 y los sectores UD3, UD6 y CC-2 en Caricuao tuvieron agua en sus hogares. El ciclo de distribución se volvió un azar bajo el cual los vecinos tienen que adivinar qué día tendrán agua para poder recargar los envases, pipotes, tanques y botellones para sobrevivir.
«Llenamos hasta los vasos cuando llega el agua para aguantar hasta la siguiente oportunidad en la que Hidrocapital se acuerde que existimos y le dé la gana de enviarnos el agua», dice Oneida Machado, residente del sector UD3.
En los cinco bloques del sector Canagua, otra de las terrazas de la UD4, se quedaron esperando dos veces que se cumpliera con el precario ciclo de agua semanal que les permite almacenar agua.
«Pasó una semana y ya llevamos otra pero el agua nunca llegó. A veces la mandaban el miércoles pero ahora ya no sabemos y cuando entra es por pocas horas. Después nos toca esperar de 15 a 20 días sin una gota de agua y hay que estar cargando tobos y pimpinas o pagando los botellones de agua en 100 mil bolívares para por lo menos garantizar que se puede hacer la comida», cuenta Mary Cedeño, vecina del sector.
#AlMomento Vecinos de Caricuao protestan en la UD3 exigiendo agua. Tienen días sufriendo por la falta del líquido vital sin respuesta de Hidrocapital. pic.twitter.com/DnOeJe27PN
— Jesús Armas (@jesusarmasccs) June 6, 2020
Un grupo de vecinos se concentraron el sábado 6 de junio en la avenida que conduce a la entrada principal de Caricuao para protestar por la falta de agua que en algunas zonas supera los 20 días. «A nosotros nos envían agua desde (el tanque en el sector) Arauca pero no tiene suficiente presión, por lo que los tanques nunca se llenan por completo y no alcanza para poner siquiera una hora de agua al día. Sin contar que tenemos que subir potes de agua por la cuesta que es bien empinada cuando tenemos que ir a buscar en la UD5», explica Ginger Gomes, residente de Mucuritas, en la UD4.
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Tuberías rotas
A pesar de que en sus viviendas solo sale aire por los grifos, en la vía principal que lleva hacia el sector UD5, los vecinos observan cómo brota y se desborda el agua por la calle a través de una tubería de 24 pulgadas que se reventó. Los habitantes de las zonas cercanas lograron comunicarse el sábado 6 de junio con funcionarios de Hidrocapital quienes les informaron que tenían que cerrar por completo la distribución de agua a Caricuao hasta el próximo martes 9 de junio, debido a las averías en los tubos que se reventaron en por lo menos tres puntos distintos de la UD5.
«Esto es increíble ¿cómo es que no hay agua en los edificios pero cuando bajamos vemos las tuberías de aguas blancas reventándose por todos lados y se inundan las calles? ¿Por qué Hidrocapital pasa días sin atender esas fugas mientras en las casas tenemos que caletear agua para poder tener la higiene mínima? Y así el gobierno se burla de uno cada vez que pasa con su propaganda de que hay que prevenir el coronavirus lavándose las manos y manteniendo todo limpio», cuestiona José Pachano, residente de la UD3.
@MPPAAguas señores en mucuritas ud4 caricuao. No le esta llegando agua. Favor corrijan esas fallas. Tenemos un mes que no nos llega agua por las tuberías. Por favor.
— pedacitolp07 (@lpalma07) June 7, 2020
Caricuao sin agua, el negocio de las cisternas prosperando a 20 $ los 20 mil litros. Q mas nos puede pasar?
— William Fernández (@willferbel) June 7, 2020
Durante esta semana, los vecinos de Caricuao se sumaron a los de la avenida Baralt, La Concordia, San Martín y las Torres de El Silencio, en el centro de la ciudad, para protestar por la falta de agua, una agonía que sufren en común y que cada vez que deciden tomar las calles ya han sumado -en el mejor de los casos- más de dos semanas sin recibir una gota de agua en sus hogares y sin tener idea de cuándo Hidrocapital va a cumplir con el ya deficiente esquema de distribución y racionamiento semanal.