En el hospital Luis Razetti guardan pescado en cavas de muertos

La situación de los hospitales en Venezuela es cada vez más alarmante, cada vez pasa algo más insólito que deja boquiabierto no solo al personal y los pacientes, sino a todo el que hace vida en estos espacios.
Esta vez le tocó el turno al hospital oncológico Luis Razetti, que amaneció este lunes de punta a punta con un olor putrefacto. Todos estaban sorprendidos por la fetidez que había en el lugar, y varios trabajadores comenzaron a seguir el rastro para dar con la causa.
El epicentro de la hediondez está en unas cavas a donde llegaron varios kilos de pescado que fueron entregados para alimentar a los pacientes, les confirmó la coordinación del recinto.
En total, dicen los trabajadores, serían unos 1500 kilos de pescado que fueron almacenados en las cavas de nutrición y dietética, donde habitualmente se resguardan los alimentos a ser repartidos entre los pacientes.
Pero allí no alcanzaba el espacio, así que una parte del cargamento fue llevada hasta otras cavas, no diseñadas para albergar alimentos. La proteína fue refrigerada en unas cavas diseñadas para almacenar cadáveres.
No hubo protocolo de higiene que valiese, no hubo prurito que se impusiera. En un hospital caraqueño donde se debe atender a pacientes con cáncer, las cavas de los cadáveres son usadas para almacenar pescado. Y por si fuera poco, el espacio destinado para las biopsias también fue usado para el fulano pescado
Las cavas, se podrá imaginar, no están en la mejor de las condiciones, pero quienes trabajan en el Razetti creen que, de entrada, el alimento llegó en estado de descomposición.
Entrar a un hospital venezolano es estar expuesto a salir más enfermo, ahora no solo se exponen a ingerir alimentos en mal estado sino que la fetidez tarda en disiparse.