En el Hospital Vargas de Caracas «privatizaron» los baños públicos
Los pacientes se han visto en la obligación de hacer sus necesidad fisiológicas en las jardineras del Hospital Vargas, en las inmediaciones de los edificios que conforman el centro de salud e incluso en el área destinada para la basura
Como si la crisis hospitalaria en la que está sumergida Venezuela fuera poco, hay quienes han buscado en ella las formas de aprovecharse no solo de los pacientes, que son los más necesitados en medio de esta situación, sino de todo el que haga uso de los centros públicos de salud.
Así ocurre en el Hospital José María Vargas, situado en pleno centro de Caracas, al que diariamente asisten cientos de pacientes, la mayoría son de zonas populares de la ciudad y donde el alquiler de los baños se ha convertido en un negocio redondo que, paradógicamente tratándose de un centro de salud, pone en riesgo la vida de los más necesitados.
En efecto, todos los baños de la sede central del hospital y los dos anexos están siendo alquilados por un monto que varía entre 3.000 y 5.000 bolívares, cantidad que además debe pagarse en efectivo.
El equipo de TalCual pudo constatar esta situación: al intentar ingresar a tres de los baños que se encuentran en las instalaciones del hospital fue solicitado el pago en efectivo de un monto en bolívares, que variaba dependiendo del lugar y de las condiciones del espacio.
Trabajadores del hospital Vargas que prefirieron mantener su nombre en anonimato, presumen que al frente de la operación se encuentra la jefa de camareras del turno de la tarde.
Explicaron que esta situación se está viviendo desde septiembre del año pasado y que ha sido denunciado en reiteradas oportunidades ante Tirso Silva director del centro de salud, quien ha dicho desconocer la realidad sobre el presunto negocio, pese a lo cual ha afirmado que tomará acciones; una promesa que no se ha materializado.
El personal del hospital caraqueño contó que incluso el baño que estaba destinado para ellos fue tomado por estas personas, para sacarle provecho a través del alquiler. «No tenemos que pagar, pero tenemos que hacer la cola como los pacientes, tenemos que usar el mismo baño que ellos, aquí vienen personas con diferentes patologías, eso pone en riesgo nuestra salud», señaló una de las camareras.
Aseguraron que la lucrativa actividad que vulnera los derechos de los pacientes que acuden al centro de salud y a sus acompañantes, va «viento en popa». «Ella (la jefa de las camareras) era la que al principio estaba ahí alquilando el baño, pero ahora contrató a empleados del mismo hospital para que hagan este trabajo por ella».
En una Venezuela que atraviesa una crisis económica sin precedente en la que el salario mínimo es de solo 300.000 bolívares y donde la escasez de efectivo es una constante, pagar este monto por el uso de un baño es casi imposible para muchos ciudadanos.
Es por ello que los pacientes se han visto en la obligación de hacer sus necesidad fisiológicas en las jardineras del hospital, en las inmediaciones de los edificios que conforman el centro de salud e incluso en el área destinada para la basura, porque el baño aunque es público no puede ser utilizado sino cuentan con el efectivo necesario.
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