En El Nazareno cargan la cruz de los malos servicios públicos
Los vecinos viven en zozobra por la incertidumbre que causa las constantes fallas del servicio de agua. Solo tres días a la semana reciben el líquido y cuando se rompe el tubo matriz pueden tardan 15 días
El populoso barrio El Nazareno de Petare, municipio Sucre del estado Miranda, le hace honor a su nombre por el calvario que representan los pésimos servicios públicos. Desde hace varios años los cortes en el suministro de agua en la zona son una tradición tan arraigada, como las procesiones en Semana Santa.
Sus habitantes comentan que es habitual contar con el servicio solo tres días a la semana, situación que los pone sobreaviso en recolectar líquido suficiente para los cuatro días restantes, pero en varias ocasiones en el transcurso de 2021, la ruptura de un tubo matriz en la urbanización Paulo VI ha interrumpido el servicio, no por cuatro días sino por 15 ó más, situación que ha puesto a los vecinos con la soga al cuello.
Rosario Santiago, habitante de la comunidad, detalla la realidad que vive cada vez que esto sucede: “El servicio del agua es bastante inconstante. Con la frecuente ruptura de la tubería tarda mucho más. No sabemos si vamos a tener agua tres, cuatro o solo un día. Siempre tenemos un estado de zozobra porque no sabemos cuándo nos la quitan. Mi esposo carga agua, pero a veces no puede por su trabajo. Tengo dos niños y debo pedirle el favor a una vecina que tiene tanque para que me regale agua. Es algo indispensable sobre todo cuando tienes hijos, es muy complicado”, alega Santiago.
José Simosa coincide con Santiago en la irregularidad del agua: “Uno calcula más o menos cuando llega porque no hay un día fijo”. Manifiesta que no tiene muchos recipientes donde almacenar el líquido y cuando tarda mucho en llegar busca la manera de “resolver por ahí».
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El gas es otro servicio que tiene a los vecinos en constante zozobra. José Simosa dice a TalCual que a finales del año pasado un bodeguero de la zona tenía todo organizado. «Uno llevaba su bombona hasta su negocio y luego a los dos o tres días él te la devolvía llena a un precio asequible, pero luego el consejo comunal le reclamó y el señor dejó de venderlas, ahora es un problema conseguir el gas. Ellos -el consejo comunal- no resuelven nada”, asegura Simosa.
En cuanto al transporte Rosario Riobueno explica que El Nazareno a diferencia de otros barrios es “privilegiado” porque cuenta con el servicio hasta altas horas de la noche. El único problema es el costo: 250.000 bolívares. «Eso es lo que preocupa. Cómo personas asalariadas pagan un pasaje que su sueldo no cubre. Usted saca cuenta y verá que no da para eso. Se cuenta con el servicio pero a un precio muy elevado y los transportistas reciben el dólar cinco puntos por debajo, si el dólar tiene un valor de 1.800.000 bolívares, ellos lo reciben a 1.300.000 bolívares”, acota.
A juicio de Rosario Santiago, los servicios públicos en el país muestran realmente la situación grave en la que está sumida la nación, porque ninguno funciona adecuadamente, no solo en los barrios, también en las zonas más prestigiosas existe ese déficit.
“Si uno quiere una representación gráfica de la situación del país, pues remítase a los servicios públicos porque ninguno es 100% funcional, es una constante que hay de que no sirve, no funciona”, sentencia Santiago.