En La Vega celebraron el 41 aniversario del Servicio Jesuita a Refugiados
La actividad fue dedicada a los niños y jóvenes de La Vega, y contó con la presencia del padre Édgar Magallanes, director nacional del JRS
El pasado 14 de noviembre miembros del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS, por si siglas en inglés) celebraron en La Vega, Caracas, el 41 aniversario de la organización que tiene como misión acompañar, servir y defender de manera integral los derechos de las personas en situación de refugio. El festejo fue una actividad con los niños y jóvenes de la Unidad Educativa Andy Aparicio y de las escuelas deportivas del sector.
“Aquí se ha hecho un trabajo importante de protección, para ayudar a las personas a reconocer esas cualidades propias para la reconciliación, para el crecimiento personal y para la promoción del arraigo. Estas son herramientas fundamentales, para que las personas puedan consolidarse en nuestras comunidades y prevenir cualquier tipo de migración desinformada e insegura”, señaló el padre Édgar Magallanes, director nacional del JRS.
De Vietnam a Latinoamérica
El JRS fue fundado en noviembre de 1980 por el padre Pedro Arrupe SJ, entonces Superior General de la Compañía de Jesús, para responder a la difícil situación de los refugiados vietnamitas que huían de su patria devastada por la guerra.
A medida que surgían conflictos en América Central y América Latina, el sudeste de Europa y en toda África, el JRS pasó en poco tiempo de ayudar a los boat people vietnamitas en los campamentos del sudeste asiático a trabajar con refugiados de todo el mundo.
Casi 20 años después de su creación, el JRS se registró oficialmente como una fundación del Estado de la Ciudad del Vaticano el 19 de marzo de 2000.
Apure, Táchira y Zulia
En Venezuela se estableció el en el año 2001. Y tienen presencia en las fronteras con Colombia: Alto Apure, Táchira y Zulia, y donde convergen personas en situación de refugio y comunidad de acogida promoviendo discusiones, propuestas y desarrollo de formas de organización y respuesta ante eventualidades futuras; indican en su página.
“Nosotros apostamos siempre por los valores de las personas y porque ellos sean los principales protagonistas de sus procesos de crecimiento. Para mí es un honor estar compartiendo con esta comunidad”, resaltó Magallanes.
Un espacio recreativo tras los días amargos en La Vega
La actividad del pasado 14 de noviembre estaba dedicada a los niños y jóvenes del Andy Aparicio, “a los que participan en la catequesis, del comedor comunitario y de las distintas escuelas deportivas. Es una actividad para promover un espacio recreativo con estos jóvenes que hace poco salieron de un momento de peligro y temor en l comunidad, es un espacio de fiesta y encuentro”, resaltó el sacerdote.
El pasado junio los habitantes de La Vega despertaron en varias oportunidades bajo el ruido de balas por enfrentamientos entre banda y/o allanamientos. Muchos dejaron sus casas para evitar ser víctimas de alguna bala perdida o de detenciones equivocadas o arbitrarias.
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