En lo que debemos estar, por Omar Ávila
Twitter e Instagram: @OmarAvilaVzla
Luego de tres años, el dólar nuevamente vuelve a pasar largo los dos millones de bolívares. En medio de este proceso inflacionario, bastaron 36 meses para que la hiperinflación se devorara los cinco ceros que le quitaron al bolívar «fuerte» para convertirlo en «soberano».
Aunque la inflación en los últimos tres años ha venido bajando, según cifras del BCV, de más de 130.060,2% en el 2018 a 2.959,8% en el 2020, seguimos en una situación económica apremiante en la que prácticamente a nueve de cada diez venezolanos le es imposible cubrir los gastos básicos de alimentación.
Lamentablemente, vamos rumbo a romper el récord de tener la hiperinflación más larga del continente, al punto de que es posible que el FMI acierte en su estimación en cuanto a inflación se refiere para este año, estimada en 5.500%.
En lo que va del 2021 se ha venido desarrollando un diálogo contra pronóstico y contra los «radicales», en donde sectores del gobierno como de quienes lo adversamos (en lo político), coincidimos en que debe darse un viraje en lo económico, donde los sectores productivos son pieza fundamental y donde hemos apostado y seguimos apostando a que se den los cambios necesarios por el bien de nuestra Venezuela, teniendo claro que si el diálogo fracasa no pierden los actores productivos, perdemos todos, principalmente el gobierno; pero si, por el contrario, él éxito, ganamos todos: Estado, sectores productivos y, lo más importante, el país, por ende nuestro pueblo.
Es urgente recuperar la producción, consolidarla, y eso comienza por el apoyo a los pequeños productores, fortalecer sus estructuras, integrar lo político y lo social, afianzar las políticas agrarias. Nuestras tierras no pueden seguir siendo objeto de negociación y, entre otras cosas, hay que reflexionar: ¿de qué le sirve al gobierno tener siete millones de hectáreas, si seis de estas se encuentran improductivas?
*Lea también:La esperanza como reto, por Roberto Patiño
Y es que luego de más de un año en pandemia —que nos agarró en medio de la peor crisis económica y social que hayamos enfrentado en nuestra historia republicana, con los peores servicios públicos de América— debemos reconocer que la capacidad de resistencia de los venezolanos es admirable.
Lo menos que merecen los ciudadanos es un respiro, un mejor gobierno y tenemos una gran oportunidad de comenzar a construirlo, de demostrar con hechos que podemos hacerlo mejor y diferente. Para ello debemos organizarnos y retomar la ruta electoral —siempre y cuando la pandemia esté controlada— que nos permita participar y así poder ganar el mayor número de gobernaciones y alcaldías, junto a la mayoría de los cuerpos deliberantes en las próximas elecciones regionales y municipales, además establecidas en nuestra carta magna.
Desde Unidad Visión Venezuela tenemos claro, coincidimos y, por ende, le damos la razón a los que dicen que la recuperación del país pasa por la salida de Nicolás Maduro y su banda de incapaces del gobierno, pero debemos tener en cuenta que para que eso sea posible no podemos seguir anclados en la inacción, en seguir regalándole todo el poder mediante la inútil abstención.
Es propicia la ocasión para recordar la fuerza que tiene el voto como la mejor y efectiva arma de los demócratas. Hay que recordar, por ejemplo, cómo en el año 2007, en unidad, pudimos impedir que nos instauraran el Estado Comunal.
Hoy debemos exigir, tal cual lo establece nuestra Constitución nacional, que sea nuestro pueblo el que decida mediante un referendo consultivo si está o no de acuerdo con que se implante este modelo que rechazamos la mayoría de los venezolanos hace 14 años.
Estamos convencidos de que si hay algo que nos puede unir en este momento a todos es el rechazo a la propuesta de Ley de Ciudades Comunales; es un tema que va más allá de los partidos y que, sin lugar a dudas, nos involucra a todos en el país.
Finalizo con una reflexión de lo que resulta cada vez más inútil: la confrontación política. Venezuela, en medio de esta crisis, va a ser el único país del mundo que no podrá acceder a los recursos por ampliación de reservas del FMI, ya que el organismo no reconoce ni a Maduro ni a Guaidó.
www.unidadvisionvzla.blogspot.com
Omar Ávila es secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo