En Mérida dicen que el PSUV es un partido de mandaderos, y tienen razón
Al exdiputado del PSUV por Mérida Diógenes Andrade no le está gustando el comportamiento de la dirección nacional de su partido y lo reclama públicamente. No sabemos desde cuándo es que le disgusta, al parecer ocurre desde hace poco, desde que no es diputado, antes no se supo de ninguna queja suya.
El caso es que no está de acuerdo con la manera en que fue privatizado el hotel Prado Río, “ícono de la hotelería merideña”, según reseña Fronteradigital.com. Según Andrade, este hotel ahora es propiedad de Alex Cabrera, exgrandeliga, pero lo que molesta al exparlamentario es el secreto con el que fue vendido el inmueble.
Más que lo anterior, le da profunda rabia, que en la dirección del PSUV “hacen, deciden e informan lo que debemos hacer, no es un partido de la revolución, eso no es hacer revolución, podrán tener las explicaciones y razones de la venta, pero es una falta de respeto quienes hicieron esa negociación no informar a los 28 miembros del equipo político estadal en Mérida, alcaldes y protectores de los 23 municipios, no me refiero a una cúpula o grupito del PSUV en el estado», dijo Andrade.
Creemos que a este exdiputado le viene como anillo al dedo aquel refrán que hizo popular Luis Herrera Campins, cuando le dijo a Jaime Lusinchi, “tarde piaste, pajarito”, pues esa es la forma en que actúa el cogollo gobernante desde hace 21 años. Andrade, repentinamente, decidió rebelarse. Le decimos que más vale tarde que nunca.
Pero su rebeldía fue en solitario, pues según refleja el referido portal, el exdiputado agregó que “Me siento indignado, ninguno de los compañeros dice nada, al parecer esta es una revolución con cálculo, no dicen nada para no meterse en problemas, menos cuando hay aspiraciones a alcalde o gobernador y si me meto con la cúpula me fregué, no voy para el baile, me execran, resulta que las revoluciones son serias», concluyó, agregando que el PSUV es un partido de mandaderos. Hace tiempo de eso, camarada Andrade, tardó bastante en darse cuenta.