En Monagas los pacientes de diálisis deben vivir un calvario para poder seguir con vida
En la unidad de diálisis del principal hospital de Maturín, en el estado Monagas, se atienden pacientes de toda la entidad, como es el caso de Juliana Cedeño, quien tres veces a la semana debe recorrer 51 kilómetros para viajar desde Caripito hasta la ciudad a cumplir con su tratamiento
La crisis que viven los pacientes renales en Venezuela agudiza al paso que se mantiene la emergencia humanitaria, los centros de diálisis están colapsados y la falta de insumos ha llevado a muchos pacientes a no poder cumplir con su tratamiento. Esta es la realidad que se vive en la principal unida de diálisis del estado Monagas, donde en los últimos días se han dañado tres máquinas de hemodiálisis y la bomba de la planta de tratamiento de agua.
El lunes 25 de octubre la planta de tratamiento que surtía a la unidad de diálisis del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar, ubicado en la ciudad de Maturín, dejó de funcionar, esto ha obligado a los pacientes a tener que utilizar el agua sin el mantenimiento adecuado, lo que ha causado reacciones adversas en cada uno de ellos.
Raquel Rengel paciente de este centro de salud, explicó que cada vez que esto ocurre las personas tienen que usar durante su tratamiento aguas provenientes de la tubería de la calle, esto causa en ellos reacciones como vómitos, diarreas y malestar general.
Para prevenirlo Rengel y sus compañeros deben llevar a cada diálisis una ampolla de Irtopan (un fármaco que previene el vómito causado por tratamientos como la diálisis y quimioterapia), «porque todo el que sale de la sesión donde se usó el agua sin ser tratada al rato presenta vómitos».
La reparación de la bomba para procesar el agua tiene un costo de 850 dólares, según averiguaron los pacientes. Sin embargo, ninguna autoridad del centro de salud se ha pronunciado para dar respuesta, los pacientes tampoco cuentan con los recursos para costear de su bolsillo esta reparación.
Un reportaje publicado por El Periódico de Monagas, refiere que otro de los problemas a los que se enfrentar los pacientes renales de la principal unidad de diálisis de Monagas es que, el tratamiento para las diálisis tampoco está llegando completo y deben hacerse el procedimiento con lo poco que reciben.
Los tratamientos para la diálisis son suministrados a estos centros de salud por parte del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), sin embargo, pacientes de esta unidad de hemodiálisis han denunciado que los insumos no llegan completos y en muchos casos son los familiares quienes deben costearlo.
Llegar a la unidad de diálisis una lucha del día a día
En la unidad de diálisis del principal hospital de Maturín se atienden pacientes de toda la entidad, como es el caso de Juliana Cedeño, quien tres veces a la semana debe recorrer 51 kilómetros para viajar desde Caripito hasta la ciudad a cumplir con su tratamiento y el mismo recorrido de regreso a su casa.
Desde hace más 10 años es paciente de diálisis de este centro de salud, su situación se ha complicado en los últimos años por no contar con vehículo propio.
De ida al a la ciudad tiene un servicio contratado para que la lleve los días que así lo requiere, pero de regreso la tarea es bastante ardua. “El chofer del vehículo no regresa por nosotros en las tardes y debemos pasar calamidades para retornar a casa. Vengo tres veces a la semana, llegó a las cinco de la mañana para poder entrar en el turno de diálisis de las 2:00 pm”, relató la mujer.
Agregó que, junto a ella, otros pacientes más, como Carlos Brazón, deben «pedir a Dios» para conseguir una cola para llegar a casa.