En Prado de María pagan por un aseo que lleva dos años sin recoger la basura
Desde entonces, los vecinos arrojan las bolsas a las afueras de un Central Madeirense en la calle Capitán de Navío Felipe Esteves, también conocida como La Pica, a unos pocos metros de distancia de donde viven
“¿Aseo? ¿Qué es eso?”. Pese a que pagan para recibir el servicio, los habitantes de la Tercera Transversal en Prado de María, una zona popular ubicada en el municipio Libertador, al sur de Caracas, llevan dos años sin escuchar el rumor del camión del aseo urbano.
“Pagamos por algo que no recibimos. El aseo es una de las cosas que más te cobran. La factura de la luz viene con el cargo por el servicio del aseo”, dijo Carla Villamizar en la mañana del 22 de julio en la puerta de su venta de empanadas, ubicada en una cuadra de la Tercera Transversal, donde además de su negocio, hay una peluquería, un servicio odontológico, un llenadero de agua potable, una venta “de todo tipo de extintores” y ocho viviendas
Desde entonces, los vecinos arrojan las bolsas a las afueras de un Central Madeirense en la calle Capitán de Navío Felipe Esteves, también conocida como La Pica, a unos pocos metros de distancia de donde viven. El lugar se convirtió en un depósito de basura, donde mendigos registran las bolsas con la esperanza de encontrar algo que reduzca un poco el rugir de las tripas.
En octubre de 2018, la alcaldesa del municipio Libertador de Caracas, Erika Farías, aseguró que gracias al Plan Caracas Sin Basura había mejorado “el sistema de recolección de desechos sólidos”. Dijo que diariamente se recogen en Caracas más de 1.300 toneladas de basura.
“La Alcaldía del municipio Bolivariano Libertador se plantea cerrar el año 2018 con una Caracas más limpia, con una mejor organización de la empresa, un mejor equipamiento y política de mantenimiento que permita asumir el desafío diario que nos va a imponer Caracas en el año 2019”, prometió la alcaldesa.
Villamizar señaló que dos años atrás, antes de que Farías asumiera la Alcaldía de Caracas, el camión del aseo pasaba por la calle una o dos veces a la semana a las 7:00 pm. Mientras conversaba con Marisol Zambrano, una mujer de la tercera edad que reside en la zona, recordó que los residentes esperaban el grito de “Aseo” que anunciaba la llegada del camión para salir a sacar las bolsas. Los trabajadores que prestan el servicio incluso pedían a los vecinos que les dieran algo de dinero como aguinaldo en diciembre.
“Habíamos dejado de colocarlas en la acera porque los indigentes las revisaban”.
Un chorrito de agua
Las fallas en el servicio de agua potable también alcanzaron a la comunidad, incluso antes de que el suministro colapsara luego de los apagones nacionales que a partir de marzo recrudecieron la crisis de los servicios públicos. De hecho, los habitantes de esa zona de Prado de María recuerdan que antes era peor, pues podía transcurrir una semana sin salir del chorro una gota de agua.
Ahora llega una o dos veces a la semana, pero a veces ni siquiera con la fuerza suficiente para que la reciban las familias que habitan en pisos superiores.
“Normalmente los miércoles en la tarde llega un chorrito de agua y con eso uno llena los potecitos. El jueves llega y el viernes ya no hay”, relató Zambrano, quien conversaba con Villamizar en la entrada de la venta de empanadas. “Los lunes nunca hay y me sorprendió que está saliendo. Tenemos este problema desde hace más de un año. A veces sale con muy poca fuerza, y cuando pasa eso no llega a las casas que están en partes altas”, añadió Villamizar.
A Zambrano, quien vive en un piso superior, no le llegó el agua a su casa.