«Antes del 2022 no habrá una salida electoral, sólo un desierto institucional»
Analistas discutirán sobre los resultados de los comicios legislativos celebrados en el país y plantearán la nueva ruta que debe seguir la ciudadanía ante los cambios que pudiesen haber dentro del panorama político venezolano
Con un 70% de abstención, la segunda más alta registrada en los últimos 15 años en Venezuela, las elecciones parlamentarias de este domingo 6 de diciembre dieron al chavismo el 68,4% de los curules de la Asamblea Nacional de la que será parte desde el próximo 5 de enero de 2021, fecha en la que se tiene prevista su instalación.
Tras casi cinco años de tener un parlamento en desacato, por declaración del Tribunal Supremo de Justicia, ahora habrá un órgano legislativo conformado por una mayoría oficialista, y una minoría opositora que excluye a los 27 partidos de oposición que decidieron no participar en los comicios por falta de garantías democráticas.
Pero, para seguir en la lucha por la recuperación de la institucionalidad en Venezuela y el orden constitucional, ¿Qué deberá hacerse? una pregunta que se hacen muchos venezolanos y que respondieron analistas políticos en el foro de este 9 de diciembre «Resultados 6D: ¿Cuál será la nueva ruta a seguir?»
En este sentido, el presidente de Datincorp Jesús Seguías señala que lo que ocurrió el domingo 6 de diciembre no sorprendió a nadie, pues se sabía que iba a pasar. Aseguró que en un estudio realizado por la encuestadora que dirige, la participación ciudadana dentro de esos comicios se ubicaba, al menos 15 días antes de las elecciones, en 34% y llegó a 30% . En todo caso, consideró que lo más relevante fue que a la mayoría absoluta no le importó ese evento electoral y que votaron los chavistas. «Si los demás no van a votar, quedan ellos solos y ganan ellos solos”.
Seguías indicó que el objetivo de la nueva Asamblea Nacional es crear nuevas leyes, “la Ley contra el bloqueo que acaban de aprobar, pueden seguir utilizándola, el propósito es político y lo que se busca es desbancar a Juan Guaidó y la oposición que rige”. Expresó que lo que busca el gobierno es que esta nueva Asamblea Nacional sea legitimada por la comunidad internacional que permita nuevo préstamos y créditos.
Destacó que, haciendo un análisis, al gobierno le convenía posponer las elecciones del 6 de diciembre, “se empeñaron que fuera el seis y ahora tienen que salir al frente con la comunidad internacional con un 30% versus un 76% que abaló a la actual Asamblea Nacional”.
“En mala hora la oposición dinamitó la ruta electoral, por su propia incompetencia. Se cometieron muchísimos errores electorales”, dijo Seguías. El presidente de Datincorp expresó que la realidad es que, a partir del 5 de enero, aunque sea con una victoria pírrica, hay una nueva Asamblea Nacional recién electa. “Lo que nos queda es rescatar la ruta electoral. Si Maduro decidiera que vamos a una elección presidencial, se debe chequear el registro electoral, el éxodo volvió una tortilla el padrón electoral”.
“Antes del 2022 no hay una salida electoral, hay que retomar la agenda política y la económica”, finalizó.
Un largo desierto
Para el politólogo Ángel Álvarez, lo que viene es un larguísimo desierto, destacó que las elecciones realizadas el domingo 6 de diciembre no son comparables con las realizadas en 2015 en ningún aspecto. “La arena electoral la cerró el gobierno, y la oposición lo que ha hecho es reaccionar al gobierno autoritario, también cerró la arena institucional y la arena de calle”.
Álvarez, se planteó ¿qué hacer?, “Venezuela es un régimen autoritario, ya ni siquiera es una autocracia electoral, es básicamente una dictadura o casi una autocracia cerrada con unos márgenes muy cerrados. Lo que viene es mucha represión contra los disidentes”.
Para Colette Capriles, profesora de Ciencias Sociales en la Universidad Simón Bolívar el problema en el que está metido el país es sumamente grave, “lo que se ha puesto en práctica es la legitimización de todos nuestros poderes. El concepto de legitimidad es fundamental, se construye a través de las normas del orden político”.
Capriles concuerda con Álvarez al señalar que lo que hay es un desierto institucional, y decir que no se pueden reducir las decisiones políticas que debe tomar la oposición a la ruta electoral o insurreccional, pues precisamente la oposición tiene que reconstruirse institucionalmente.
“Tenemos que ir hacia un proceso de la creación de una nueva fuerza social, es muy posible seguir gobernando con una minoría, pero de alguna manera van a tener que ver como hacen para encontrar ese punto de legitimización”, sentenció Capriles, al mismo tiempo en que explicaba que el chavismo tiene como modelo de dictadura fingir legitimización, y que por tanto “le tocará decidir si quiere persistir en la línea de dictaduras. La gente quiere salir de eso de la mejor forma posible. La negociación tiene un espacio muy claro, no podemos construir una fuerza social si no hay de por medio una estrategia compartida, como lo es la negociación de aquí o al año próximo”.