Encandilados, por Simón Boccanegra

Los señores oficiales, suboficiales y soldados que se han hecho presentes en la plaza de Altamira sin duda que han arriesgado sus carreras, la tranquilidad de sus familias y hasta su futuro. Gestos en los cuales la gente se la juega son encomiables. Pero este minicronista tiene la impresión de que algunos de ellos, tal vez comprensiblemente porque las luces de los reflectores a veces enceguecen, están asumiendo roles que no les son propios. Ver al general Carlos Alfonzo Martínez, de la GN, convocando un paro indefinido para el próximo lunes, sustituyendo el solito a la CTV, a Fedecámaras y a la CD es ya como mucho. No sabemos si estas organizaciones mandataron al general para tal anuncio, pero es de dudarlo y, en todo caso, que nos avisen si es que han sido militarizadas, para saber a qué atenernos. Así mismo, la presencia del general Medina Gómez en la reunión con Gaviria, constituyó una imprudencia política, no excusable ni siquiera por su novatería, pero imperdonable en los veteranos políticos de la CD. La prepotencia de presentarse uniformado ante Gaviria es idéntica a la que Chávez ponía de manifiesto al portar el traje de campaña. La política es asunto de civiles.