Enfermeros llevan una semana en paro bajo amenaza de renuncias masivas
En la mayoría de los centros hospitalarios del país tan solo se atienden emergencias, para garantizar el acceso a la atención sanitaria consagrada en la Constitución
Tras una semana de protestas por el paro indefinido, convocado inicialmente por el Colegio de Enfermeras de Distrito Capital, el sector salud se ha unido en torno a peticiones comunes: el aumento de salarios y las mejoras en las condiciones laborales.
Los trabajadores de la salud han denunciado que esta remuneración ni siquiera les alcanza para cubrir los gastos de transporte público, y por ello, piden que se homologuen los salarios al igual que otras profesiones, como el sector militar.
Los representantes del sector han insistido que de no lograr un acuerdo con las autoridades gubernamentales, una de las acciones que realizarán los enfermeros son las renuncias masivas en todos los centros de salud, que agravaría la falta de especialistas debido a la migración por la crisis económica, política y social que atraviesa el país.
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El lunes 2 de julio, el personal que labora en el hospital General Dr. José Ignacio Baldó, conocido como El Algodonal, acordó suspender las consultas y cirugías electivas como una forma de presión. En la mayoría de los centros hospitalarios del país tan solo se atienden emergencias, para garantizar el acceso a la atención sanitaria consagrada en la Constitución.
En Maracaibo, estado Zulia, se hicieron tres manifestaciones simultáneas: en el hospital Universitario, Seguro Social de Sabaneta y la Unidad Sanitaria. Los médicos, bioanalistas y el resto de los empleados apoyan a los enfermeros.
“Es una lucha de todos. Porque el éxito del trabajo de uno, depende de otros”, dijo a El Pitazo Omar Marín, un bioanalista que salió de su guardia y agarró una pancarta con un mensaje de: ¡Salarios justos!.
Los trabajadores del Hospital General Simón Bolívar, ubicado en los Valles del Tuy, también protestaron por los salarios y las carencias que a diario enfrentan en el centro de salud para atender a la población.
En este hospital de los Valles del Tuy, el servicio de rayos X tiene ocho años cerrado, el laboratorio está inoperativo por falta de reactivos, el aire acondicionado tampoco sirve y la basura invade los espacios. Además, el personal nocturno ha sufrido accidentes por la falta de iluminación en los espacios.
Por su parte, la representante sindical del Hospital Clínico Universitario (Distrito Capital), Margot Monasterios, manifestó que la protesta en su caso obedece a tres puntos: pedir la liberación del enfermero Alfonso Román, detenido a principios de junio; protestar por sueldos dignos, “iguales o mejores que los militares”; dotación de materiales, medicinas, y la realización de una limpieza profunda.
En este centro de salud, el Gobierno envió cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción durante la semana, algo que los enfermeros consideraron como un intento de desvirtuar el paro y las exigencias del sector salud.
Representantes de diversas organizaciones sindicales del país anunciaron que en los próximos días darán a conocer las acciones que realizarán los diversos gremios para respaldar las protestas del sector salud.
La presidenta del Colegio de Enfermeras de Caracas, Ana Contreras, advirtió que el sueldo no les alcanza para vivir con los precios subiendo cada día y resaltó igualmente las malas condiciones en los hospitales por la escasez generalizada de medicamentos y alimentos.
Contreras denunció que el sueldo mensual de las enfermeras, la mayoría con trabajo en el sector público, promedia unos dos millones de bolívares, o menos de un dólar a la tasa de cambio del mercado de remesas de 2.200.000 bolívares por divisa estadounidense. Eso no alcanza para comprar ni un kilo de café o un cartón de huevos.
En Venezuela había unas 110.000 enfermeras hasta el 2016, fecha de un último censo del gremio, pero desde entonces al menos 4.000 se han ido del país, comentó Contreras.