¿Es posible salir del chavismo-madurismo?, por Ángel Monagas
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Comienza el 2024 bajo la premisa eterna en la población venezolana y latinoamericana: ¿En las próximas elecciones será derrotado el chavismo? ¿Hay la posibilidad cierta del establecimiento de un nuevo gobierno, con principios sustancialmente distintos a los aplicados en los pasados 25 años?
Es evidente que para toda la América del Sur, tener en su norte un gobierno que logre interpretar las necesidades básicas del venezolano e inicie el camino real para resolverlas, es fundamental para estabilizar un continente diezmado por el liderazgo comunista, socialista e incluso socialdemócrata.
Argentina lo inició. Todos los que creemos en un modelo político y económico distinto a los vigentes, confiamos en que logre el objetivo el presidente Javier Milei. Decirlo es fácil. Enfrentar a esa superestructura financiada por China, Rusia, Irán, Turquía y manejada por Cuba, no es simple.
Si algo maneja excelentemente la izquierda es el papel de oposición.
Manejan empresas, medios y sistemas internacionales donde han penetrado como la ONU y otras organizaciones. La propia OEA, es en parte cómplice aunque su poder es casi nulo. Se le paga a personajes eternos, «vacas sagradas», para que no hagan nada, más que simples pronunciamientos. En la práctica no cambian nada.
Los chavistas siguen siendo absurdamente subestimados. El creer que Nicolás es un «burro», no solo es estúpido sino muestra de un desconocimiento total de lo que es la «izquierda».
Maduro no es un intelectual, ciertamente. Sí, un operador inteligente. Formado en Cuba y con un conocimiento de los políticos venezolanos envidiable. Las Fuerzas Armadas han sido instrumentos de sus propósitos pero no exclusivamente gracias a ello, ha logrado mantenerse tanto tiempo Nicolás en el poder.
La primera duda surge cuando tenemos que definir lo que enfrentamos:
¿Es el chavismo o el madurismo o ambos a la vez?
Soy de los que cree que en Venezuela no hay dictadura. No la tradicional. No la legendaria y popularmente conocida en el mundo.
Eso a mi juicio, inicia la gravedad de la crisis. No es un solo mando el que enfrentamos. No hay quien dicte. Es una corporación de mandato, donde conviven chavistas, hasta los ortodoxos (pupilos del charlatán desaparecido), maduristas (seguidores de Nicolás and family) y eslabones libres: Diosdado, Bernal, Tareck El Aissami, Tarek William Saab, entre otros.
¿Hay unidad?
Pues no. Es un protocolo de convivencia y protección colectiva, que con el correr del tiempo es actualizado. El Aissami, Rafael Ramírez, Navarro, Giordani, Isea, etcétera ya no están por ejemplo.
Hay quienes desde que están, han hecho ejercicios completos de tiranía, de corrupción y permanecen. Otros no. La vara que mide a otros es usada indistintamente y según las circunstancias.
¿Cuándo se va el chavismo?
Cuando la oposición venezolana este a la altura de los compromisos y deje de actuar como «chavistas azules, celestes, naranjas, blancos y amarillo».
No basta con ser distintos. Tienen que ser mejores. No es como solía decirse hace unos años «quítate tu pa ponerme yo». Debe haber una renovación ideológica y moral de todos los cuadros políticos. Exigir lo que la vida de cada uno representa.
¿Cuántos políticos opositores, chavistas, independientes, pueden demostrar y justificar su estilo de vida?
La Venezuela de la Cuarta República no regresará ni debe hacerlo. Gracias a ella llegó la fatídica y destructiva Quinta, pues si hay «quinto malo» y tenemos el mejor representante de esto. Unos más, otros menos, todos somos responsables de que el chavismo esté allí. Los empresarios, comerciantes, medios, sindicatos y sociedad civil en general son corresponsables.
Muchos empresarios con vocación política hablan de corrupción y no se analizan ellos en sus actuaciones. La corrupción pública tiene varios autores. El pueblo venezolano debe recibir un curso completo de ¿Cómo aprender a votar?
*Lea también: La revolución que no fue, por Aglaya Kinzbruner
Las apuestas
Reconocidos analistas y periodistas aseguran que el chavismo no se va, que Maduro repite como candidato y pare usted de contar. Todo depende de los actores de la oposición. Prefiero observar escenarios y el paisaje venezolano da para producir cambios. El estilo de juego definirá los resultados.
Hay influencia exterior que trazará los caminos. El Cazador pudiera jugar un papel importante.
María Corina Machado, será habilitada. Lo he sostenido hace semanas, como también aseguré que Alex Saab sería intercambiado.
Las reuniones sobre temas migratorios, donde asiste Venezuela y EEUU, son una pantalla, una excusa para tratar los acuerdos.
Los cubanos siguen dominando a los actores del gobierno venezolano, quién dude esto, soslaya la historia de nuestro continente. Ellos desde el acuerdo con Obama, prometieron «descomunizar» América del Sur y han cumplido en parte.
Evo, Correa, Pedro Castillo, Cristina, Alberto Fernández, entre otros, hoy son historia. Le seguirán otros. Lula se salvó porque no estaba en el gobierno y no se ha vendido como una izquierda tradicional.
El apoyo de Lula a Nicolás ha disminuido y pareciera que los cubanos nuevamente pulsaron a su favor.
Al día de hoy, Nicolás no repite. La dinámica es permanente y mañana puede ser un nuevo amanecer para él y para Cilia. De ellos siempre hay que hablar conjuntamente.
Estados Unidos no le presta mayor atención a Leopoldo López y menos a Guaidó, quien no se cansa de someter nuestro gentilicio al escarnio público cada vez que habla, es un profesor que habla de lo que él menos conoce, pues su interinato fue la peor morisqueta política del siglo.
María Corina Machado
Reiteró que ella debe enfocarse en la interpretación de sus intereses por el pueblo de Venezuela y no seguir la ruta del fallido «interinato». No debe ni repetir el mantra del fracaso: «Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres».
«Hasta el final» debe ser una ruta, no un fin en sí mismo. Llegar donde nunca hemos estado.
Para salir del chavismo, hay necesariamente que pactar con él dentro de términos aceptables para ambos bandos.
El problema ahora es que permitan que ella sea candidata. Falta mucho camino.
Si ella logra inscribirse cuando el término lo indique, al día siguiente Maduro sale del poder sin hacer uso de la fuerza.
Se me acabó el papel…