HRW: Es probable que en Venezuela la tasa de mortalidad por covid-19 sea mayor a la media
Desde HRW explicaron que la tasa de mortalidad de la Covid-19 es incierta y es probable que varíe según la edad, los problemas de salud preexistentes y la disponibilidad de tratamiento, entre otros factores
El 25 de mayo la organización Human Rights Watch y los Centro de Salud Pública y Derechos Humanos y de Salud Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins, publicaron un informe en conjunto en el que aseguran que en medio del crecimiento de la curva de contagio de casos de coronavirus en Venezuela, el país necesita el ingreso urgente de ayuda humanitaria para poder salvar la vida de su población.
Así lo explicó el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, quien aseguró que en estos momento el país es una «bomba de tiempo y la comunidad internacional tiene la obligaciones de actuar con rapidez, con firmeza y claridad para que llegue ayuda humanitario o de lo contrario vamos a tener que lamentar en Venezuela muchos muertos».
Para el 25 de mayo de 2020, en Venezuela había 1.121 casos confirmados de Covid-19 y 10 muertos, sin embargo, Vivanco no cree que «las cifras que proporciona Nicolás Maduro son absolutamente absurdas y no son creíbles», alegando que dada las condiciones sanitarias en el país pueden haber un mayor número de personas infectadas.
Venezuela vive una emergencia humanitaria compleja desde hace varios años, esto hace del escenario aun más dramático, llevando al país a una situación de catástrofe extrema, «la situación en medio de la pandemia es mucho más devastadora y no creemos que estén en condiciones de enfrentar una pandemia».
«Porque en un país donde los médicos no tienen agua para lavarse las manos en los hospitales, el sistema de salud está colapsado, donde las zonas populares y las cárceles están hacinadas, las autoridades persiguen y hostigan a periodistas, médicos y enfermeras», quienes se atreven a denunciar la realidad del sistema de salud.
“La crisis humanitaria en Venezuela y el colapso del sistema de salud han generado una peligrosa situación que favorece una rápida propagación del virus en la población en general, condiciones de trabajo inseguras para el personal de salud y un alto índice de mortalidad entre pacientes que necesitan tratamiento en hospitales”, afirmó la Dra. Kathleen Page, médica y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y los Centros Johns Hopkins. “La imposibilidad de Venezuela para hacer frente a la pandemia de Covid-19 podría provocar que más personas intenten irse del país. Esto desbordaría aún más los sistemas de salud de los países vecinos, poniendo en peligro más ampliamente la salud en la región”.
El sistema de salud de Venezuela ha colapsado. La escasez de medicamentos e insumos médicos, la interrupción del suministro de servicios públicos básicos en centros de salud y la emigración de trabajadores sanitarios han provocado una reducción progresiva de la capacidad de proveer atención médica. Venezuela está entre los últimos lugares del Índice de Seguridad Sanitaria Global de 2019 (posición 180 de 195 países), ubicándose así entre los países menos preparados para mitigar la propagación de una epidemia.
En noviembre y diciembre de 2019, un equipo de Human Rights Watch y los Centros de Johns Hopkins realizó entrevistas telefónicas detalladas a profesionales de la salud en 14 hospitales públicos de Caracas, la capital del país, y cinco estados (Anzoátegui, Barinas, Bolívar, Lara y Zulia). Todos los hospitales, salvo uno, brindaban atención de alta complejidad. Las organizaciones también llevaron a cabo entrevistas de seguimiento a algunos profesionales de la salud, y otras a actores humanitarios y expertos en sanciones entre marzo y mayo de 2020.
Las conclusiones de la investigación, que se realizó en parte antes de la pandemia, demuestran que el sistema de salud venezolano es particularmente precario y no tiene las condiciones para lidiar con la Covid-19. Preocupan especialmente, en este sentido, que sea habitual la escasez de agua y la falta de saneamiento e higiene. Los acontecimientos en el país en los últimos meses acentúan esta preocupación.
Los profesionales médicos y de enfermería entrevistados dijeron que prácticamente no hay jabón ni desinfectante en sus clínicas y hospitales. Con el aumento de la inflación y la devaluación de los salarios, cada vez les resulta más difícil llevar sus propios insumos, tales como jeringas o guantes. Es común que los cortes de agua afecten a los hospitales de Caracas. En algunos hospitales en zonas remotas, los cortes de agua han durado semanas e, incluso, meses. Los pacientes y el personal de la salud se ven obligados a llevar su propia agua para consumo, para lavarse las manos antes y después de procedimientos médicos, para limpiar insumos quirúrgicos y, a veces, para descargar los inodoros.
En una encuesta realizada a proveedores de servicios de salud sobre la capacidad del sistema sanitario venezolano para hacer frente a la Covid-19, el 31.8 % de los trabajadores de hospitales no contaban con agua potable y el 64,2 % informaron un acceso intermitente al agua potable entre el 27 de febrero y el 1 de marzo. El 21 de mayo, un dirigente sindical médico informó que un sondeo de 16 hospitales y centros de salud en Caracas reveló que había escases de agua en 8 de ellos, de guantes en 7, y de jabón y desinfectante en 15. En ocho hospitales y centros de salud tampoco había barbijos, y en 13 los estaban reutilizando. Otra encuesta nacional sobre el impacto de Covid-19 publicada el 16 de mayo reportó que había escasez de guantes en el 57.14 % del sector salud, de tapabocas en el 61.9%, de jabón en el 76.19 % y de alcohol desinfectante en el 90.48%.
#21May #MonitorSalud En medio de la pandemia de COVID-19.
Te presentamos un balance de cómo se encuentran 16 centros de salud en Caracas, donde se registra un número considerable de casos de coronavirus.
— Mauro Zambrano (@maurozam10) May 21, 2020
La tasa de mortalidad de la Covid-19 es incierta y es probable que varíe según la edad, los problemas de salud preexistentes y la disponibilidad de tratamiento, entre otros factores. Es muy probable que en Venezuela la tasa de mortalidad termine siendo mayor a la media, ya que no hay capacidad para brindar atención de alta complejidad debido a la falta de equipos básicos para radiografías, análisis de laboratorio, camas de terapia intensiva y respiradores.e periodistas, profesionales de la salud y otros individuos que cuestionan y alertan sobre el deterioro de las condiciones en los hospitales, la escasez de petróleo y la propagación de la Covid-19. Además, las autoridades continúan sin asumir su responsabilidad por el colapso del sistema de salud, atribuyéndole absoluta responsabilidad a las sanciones estadounidenses cuando el desastre humanitario en Venezuela es previo a las sanciones.
Un llamado a la comunidad internacional
Desde HRW hicieron un llamado a la comunidad internacional, para que los gobiernos del mundo que estén preocupados por la situación venezolana den paso al financiamiento de las iniciativas humanitarias de la ONU, asegurando así una distribución de la ayuda lejos de las medidas políticas.
“Pero para que la ayuda llegue efectivamente al pueblo venezolano, la máxima responsabilidad recae en las autoridades que responden a Maduro, por ello hay que presionarlas para que le garanticen pleno acceso al Programa Mundial de Alimentos y permitan que los actores humanitarios y médicos puedan trabajar sin temor a represalias”, dijo José Miguel Vivanco director para las Américas de HRW.
Asimismo, pidieron a los países que integran el Grupo de Lima, Estados Unidos y la Unión Europea, así como otros gobiernos con demostrada influencia sobre las autoridades venezolanas, deberían presionarlas para que:
- Permitan el ingreso en Venezuela de una respuesta humanitaria a gran escala liderada por la ONU que llegue al interior del país, en particular, permitiendo el pleno acceso del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y sus socios, que cuentan con capacidad logística para brindar un volumen significativo de asistencia humanitaria en todo el territorio del país;
- Posibiliten que los trabajadores humanitarios locales e internacionales brinden asistencia humanitaria y tengan acceso a todos los hospitales y otros centros de atención de la salud para proveer insumos y asistencia;
- Permitan que los profesionales de la salud y los trabajadores humanitarios puedan realizar su trabajo sin represalias y cerciorarse de que puedan desplazarse libremente por toda Venezuela incluso durante la cuarentena, emitiendo salvoconductos y asegurando que tengan un acceso prioritario a la gasolina; y
- Permitan a expertos independientes revisar y publicar toda la información epidemiológica existente para lograr mayor transparencia sobre la verdadera magnitud de la emergencia humanitaria, ofreciendo un conteo preciso de casos y muertes confirmadas de Covid-19 y reanudando la publicación de informes detallados sobre mortalidad y morbilidad.
Todos los gobiernos deberían financiar iniciativas humanitarias encabezadas por la ONU que cumplan con los estándares de esa organización sobre humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad en la provisión de asistencia.
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