Es un error dinamitar puentes en Perú y Chile, por Xabier Coscojuela
Es normal, es comprensible, que los venezolanos comunes y corrientes vean los acontecimientos en cualquier parte del mundo con el cristal de lo que ocurre en Venezuela. La polarización que se mantiene desde hace varios años en el país tiene esa consecuencia, entre muchas otras.
Por ello en las redes sociales es algo recurrente que cada vez que se produce una elección en cualquier país del mundo, pero especialmente si es en América, algunos venezolanos se sientan con la suficiente autoridad moral para darle consejos sobre por quién votar a los ciudadanos de cualquier país.
Esos consejos llevan a, prácticamente, criminalizar a quien no comulgue con los postulados de los “iluminados” que vienen del “futuro” y saben lo que va a ocurrir si gana quien a ellos no les simpatiza, a quien vean como un clon de Hugo Chávez y que, por lo tanto, va a reeditar en cualquiera de estos países el desastre venezolano que ha provocado el chavismo.
Que ese tipo de posiciones la asuma un ciudadano común y corriente no tiene mayores consecuencias para la oposición política organizada en Venezuela, pero puede ocurrir algo muy diferente cuando quienes asumen esas posturas son líderes de los partidos políticos en el país, líderes a quienes se le supone alguna experticia política para no cometer ese tipo de errores.
Cuando ganó Alberto Fernández en Argentina, hubo quienes asumieron que se cuadraría con Nicolás Maduro. La realidad ha demostrado, hasta ahora, que eso no es así. El mandatario argentino ha asumido posiciones frente a lo que ocurre en Venezuela que no han sido del agrado de la camarilla gobernante. También algunas no favorables para la oposición.
Ante las elecciones peruanas y ahora las de Chile, el dirigente más importante de Voluntad Popular visitó ambos países y le manifestó su apoyo a unos candidatos que a la postre resultaron derrotados. Esa visita y esa posición asumida, no ayuda en nada a la oposición venezolana, ya que dinamita los puentes que pudiera haber con quienes ganaron esos comicios.
No podemos asegurar que si no se hubieran producido esos respaldos los ganadores de las elecciones en Perú y Chile no iban a apoyar a Maduro, pero lo responsable hubiera sido no inmiscuirse en esas votaciones y mantener los canales de comunicación abiertos con todos.
Veremos qué posturas asume el nuevo gobierno de Chile, pero vienen elecciones presidenciales en Colombia y Brasil. Esperemos que este error no se vuelva a producir, porque si ocurre terminaremos pensando que no es un error sino una torpeza deliberada.
*Xabier Coscojuela es director de TalCual