Escenario electoral toma fuerza en medio del control durante la cuarentena
Especialistas insisten en que unas elecciones, en este año, convienen más al régimen de Nicolás Maduro pues la oposición no ha preparado su estructura para las parlamentarias
Los continuos llamados de Nicolás Maduro en las últimas semanas para prepararse ante unas eventuales elecciones parlamentarias ponen sobre el tapete político una nueva situación, en medio de las restricciones por la covid-19, en la que parece que la oposición no está preparada.
Especialistas consultados coinciden que un escenario electoral le conviene a Nicolás Maduro por el control social impuesto en todo el territorio nacional, además que le permitiría recuperar la legitimidad que no pudo obtener a través del proceso del 20 de mayo de 2018, cuando fue declarado como presidente para un nuevo periodo.
Ambos factores políticos tienen varios factores en contra, pero Benigno Alarcón, politólogo y director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPyG) de la Universidad Católica Andrés Bello, ha advertido que la emergencia por la covid-19 sirvió para afianzar al régimen de Nicolás Maduro en el control territorial y social. “El coronavirus llegó a darles más fortaleza a esos escenarios. Con la operación Gedeón, se crea una nueva narrativa y se inicia una etapa de persecución política que es lo que estamos viendo ahora”.
Alarcón señaló que actualmente en Venezuela se realiza un control territorial “selectivo y preciso”, pero donde se mantiene cierto grado de sensibilidad para evitar todo el rechazo de la población.
“El gobierno no pierde de vista el tema electoral y con esta situación dentro de la oposición ven una oportunidad de oro para hacerlo. Si el gobierno termina hoy la crisis, con cierto abastecimiento controlado de la gasolina y sabiendo que no van a tener contagios masivos, el gobierno convocaría de forma inmediata las elecciones parlamentarias, pues estaría mejor situado en ese escenario que la oposición”, advirtió el director del CEPyG.
El politólogo Fernando Spiritto afirmó que cuando el régimen de Nicolás Maduro no pueda seguir manteniendo la cuarentena, su próxima jugada va a ser la convocatoria a elecciones parlamentarias. “Y creo que la oposición debe estar preparada para cuando ese momento llegue. Ese es el gran reto de Guaidó, no es fácil. Esto no es 2019, es una situación muy complicada para el liderazgo opositor”.
Subrayó además en que la salida electoral que propicia Maduro “es el reconocimiento de su desesperación. Ellos no pueden mantener su estatus por más tiempo. No puede mantener la cuarentena indefinidamente porque el país se les va a caer, va a ser un daño gigantesco. El país está literalmente quebrado, no hay dinero y además es un gobierno aislado. Si bien es cierto que la cuarentena les permitió comprar un tiempo muy valioso, esto no puede mantenerse en el tiempo”.
La politóloga Marisela Betancourt enfatizó que las elecciones parlamentarias son una realidad inminente y “todavía no hay una estrategia clara y unificada ante eso” en la oposición. También resaltó que si Nicolás Maduro busca ampliar sus opciones en la comunidad internacional, “lo primero que debería hacer es permitir que avance la AN hacia el nombramiento de las autoridades electorales sin usar el comodín del TSJ”.
El padre Francisco Virtuoso, rector de la UCAB, también señaló que a Maduro le interesan unas elecciones parlamentarias que sean relativamente aceptadas en el ámbito internacional. “El gran problema que ha tenido es que no ha sido reconocido como presidente por muchos países. Maduro intentó dividir la Asamblea Nacional buscando esa base de soporte, pero no tuvo el éxito que esperaba”.
Recordó que ese grave problema de legitimidad del gobernante venezolano está asociado a la forma como fue electo y porque todos los demás órganos de gobierno que existen están vinculados a él. Por ello, “le interesa al menos dar la apariencia de unas elecciones con relativa legalidad. Se va a cuidar con el tema del CNE y darle a eso un barniz de una elección relativamente aceptable”.
Pendientes para elecciones
Desde el régimen de Nicolás Maduro y la misma oposición se está presionando por un cambio en las figuras actuales del Consejo Nacional Electoral. Para ello, en noviembre de 2019 se activó el proceso para instalar el Comité de Postulaciones Electorales, una instancia de la Asamblea Nacional encargada de seleccionar a los candidatos al cargo de rectores para que sean escogidos por los diputados.
El 13 de marzo pasado, el Comité de Postulaciones pudo instalarse luego de aceptar a los integrantes de la sociedad civil. Desde entonces, esta instancia no se ha reunido debido a la imposición de la cuarentena en todo el país y que impide el traslado, en algunos casos, de sus miembros.
En sus últimas declaraciones, Nicolás Maduro ha insistido en que el Comité se reactive e incluso ha hecho llamados a la oposición para que “presenten sus candidatos” e ir avanzando en el proceso.
Tomando en cuenta el problema existente en la Asamblea Nacional, donde Nicolás Maduro y el Tribunal Supremo de Justicia reconocen una junta directiva presidida Luis Parra mientras la comunidad internacional sigue su respaldo a Juan Guaidó al frente de parlamento venezolano, el rector Francisco Virtuoso considera que se va a buscar la manera de culminar este proceso de selección de rectores con el TSJ, por medio de la figura de la omisión legislativa, aunque respetando el proceso que ha realizado la Asamblea Nacional.
La politóloga Marisela Betancourt añadió que la directiva de facto de Luis Parra “no va a ceder ante nada porque su rol en esta historia es generar quiebres, conflicto, desconcierto. Lo idóneo para el país es que las autoridades electorales sean elegidas a través de un acuerdo que implique a todas las partes. Uno de los puntos de todas las mesas de diálogo ha sido este. Es decir, esto es algo que le conviene incluso a Maduro, para no seguirse deslegitimando, especialmente ante la comunidad internacional, en donde todavía tiene actores que lo reconocen”.
Proceso es importante
Los especialistas coinciden en que llegar al día de las elecciones no es la finalidad de Maduro, sino en darle legitimidad -o en todo caso aparentarla- a todo el proceso desde el principio, aunque en el camino utilice mecanismos a su favor para garantizarse una cantidad de votos importantes que le permitan controlar el parlamento.
La politóloga Marisela Betancourt dijo que en este momento no solo es importante el resultado sino cómo se llega a las elecciones. “La popularidad no se traduce de manera automática en mayoría electoral y resultados, y la oposición eso no lo ha entendido porque pareciera que no se anticipa a los acontecimientos. Siguen confiando en el rechazo a este gobierno, pero ese rechazo no nada más lo capitaliza la oposición, también lo capitaliza la abstención. La abstención sigue jugando un papel clave en la configuración de las fuerzas, es muy difícil revertir el discurso del 2018”.
Para ello, considera que unos rectores nombrados por la AN pueden generar confianza en la población, aún así, el problema radica en que hay dos poderes dentro del poder Legislativo. “El gobierno tuvo la estrategia de caotizar a la AN para quitarle poder, y operar a través del TSJ. Primero fue el desacato, y ahora será el argumento de la omisión legislativa”.
El director del CEPyG, Benigno Alarcón, pronosticó que una parte de la oposición tildará como nula estas elecciones, pero Maduro hará su mejor esfuerzo para restarle argumentos a esos sectores y la comunidad internacional sobre el reconocimiento a estos comicios. También advirtió que “al gobierno no le importa sumar más votos, sino fragmentar los existentes dentro de la oposición o que se abstengan”.
Fernando Spiritto señaló que la oposición puede responder por dos medios: “movilizando la gente y logrando una maquinaria electoral de mucha fuerza. Si la oposición logra estructurar esas estas dos cosas creo que se puede compensar o contrarrestar este monopolio y esta tendencia al fraude del gobierno”.
Francisco Virtuoso reiteró que al régimen de Maduro le conviene “jugar muy fino” en un espacio electoral para ganar legitimidad ante la comunidad internacional, aunque le jugará en contra enfrentar unos comicios con una crisis social que se ha ido agravando debido al coronavirus. “Es verdad que pueden asegurarse cierto favoritismo con mecanismos como los bonos, el CLAP, pero tampoco tienen los suficientes recursos para ello”.
Insistió que en cualquier momento “vamos a terminar yendo a elecciones porque es el peor momento para la oposición de enfrentar elecciones. Están confinados, no pueden hacer campaña, tienen partido de oposición que el Gobierno ha puesto en el escenario».