Escupir para arriba, por Simón Boccanegra
Hay un refrán muy criollo, que el finado ex presidente Luis Herrera Campins rescató alguna vez del olvido, que recuerda que «quien le pega a su familia, se arruina». Obviamente que para aquel entonces Herrera Campins, quien surfeaba en la ola de su popularidad, hacía uso de tales expresiones populares para dirimir querellas internas en su partido Copei, y a veces para referirse a la situación política del país.
¿Por qué este minicronista lo trae a colación justo ahora? Bueno, porque hace días presencié las intervenciones en la Asamblea Nacional de los periodistas Desirée Santos Amaral y Earle Herrera, a propósito del «intento desestabilizador» de la portada de 6to Poder, y debo confesar que sentí lo que llamamos «pena ajena», al escuchar que dos activos defensores de la libertad de expresión se volvían contra ella, en el episodio de linchamiento oficialista que se libró contra una publicación, con la cual se puede o no estar de acuerdo, pero nunca exigir su clausura.
No voy a repetir los argumentos peregrinos, dichos con el único propósito de excitar a la barra rojita de la tribuna que sabotea las intervenciones de la oposición en el Parlamento, empleados por estos profesionales del periodismo, pero sí es mi deber subrayarlo para que tal desafuero no vuelva a cometerse. Sobre todo, cuando hay un señor por ahí, en Venezolana de Televisión, con licencia para insultar a venezolanas que han dado mucho por el país, como María Teresa Castillo, y frente al cual la señora Fiscala ni la señora Defensora se han dado por aludidas.
Ojalá quede para los mencionados periodistas-diputados, más como reflexión que como lección, el refrán de Luis Herrera, y que la próxima vez que algún camarada del PSUV con ADN fascistoide pretenda resolver una querella con un medio de comunicación, abusando de su poder, estos honorables diputados se levanten de su curul y hagan un punto de honor, recordando las palabras de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el día de su investidura: «Prefiero el barullo de la prensa libre al silencio de las dictaduras».