EsPaja | No hay pruebas de que González Urrutia esté ligado a escuadrones en El Salvador
El mandatario Nicolás Maduro revivió el 11 de septiembre una desinformación ampliamente difundida por voceros oficialistas antes de la elección del 28 de julio. Sin embargo, no hay evidencias que vinculen a González Urrutia ni al periodista Leopoldo Castillo con los escuadrones de la muerte durante la guerra civil de El Salvador, como lo ha divulgado, entre otros, Diosdado Cabello, quien atribuyó la autoría de la información a una fuente inexistente
Texto: EsPaja
El miércoles 11 de septiembre de 2024, durante el «Congreso Mundial contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares» realizado en Caracas, Nicolás Maduro se sumó a la divulgación de una de las narrativas desinformantes que impulsó el chavismo en los meses previos a la elección presidencial: la supuesta participación de Edmundo González en actos violentos en El Salvador durante los años 80.
«Y pusieron a un personaje que había trabajado en El Salvador y había sido sustento logístico de la embajada de Venezuela, de los llamados escuadrones de la muerte. Los fundó la CIA con militares fascistas del ejército salvadoreño. Este señor era el segundo al mando en la embajada, encargado de la matanza de los jesuitas, de las monjas y de muchos salvadoreños inocentes. Era al que en Venezuela llaman «el matacuras». Un agente de la CIA, Leopoldo Castillo. Prófugo de la justicia venezolana. Consta en los documentos de WikiLeaks. Aparece toda la historia completa».
Video con declaración a partir del 1:05:00
La matriz de opinión a la que se ha sumado Nicolás Maduro busca vincular a Edmundo González Urrutia, quien ejerció como diplomático en El Salvador en los tiempos en los que el periodista Leopoldo Castillo fungía como embajador de Venezuela, con los escuadrones de la muerte (grupos paramilitares de exterminio). La misma especia ha sido comentada en España por Pablo Iglesias, en una entrevista reciente, así como integrantes de Podemos en el Congreso de los Diputados.
Ciertamente, González Urrutia y Castillo trabajaron juntos en la embajada de El Salvador, entre julio de 1981 y julio de 1983. Pero no hay pruebas, denuncias o investigaciones sobre ambos por haber apoyado a los escuadrones de la muerte durante la guerra civil en esa nación centroamericana, mediante financiamiento o logística, como señala del lado del oficialismo. A diferencia de lo que afirma Nicolás Maduro, en WikiLeaks no figuran documentos sobre El Salvador que mencionen a Edmundo González o a Leopoldo Castillo.
Según una investigación de Cazadores de Fake News (CFN), hay evidencias en línea, al menos desde 2004, de los intentos del chavismo de vincular a Castillo con eventos de violencia ocurridos en El Salvador. El uso del apodo “Matacuras” aparece en páginas de propaganda vinculadas con los gobiernos venezolano y cubano, pero no hay registros de que haya sido usado en El Salvador para referirse al periodista.
«El rumor sobre el apodo “Matacuras” está relacionado con un reporte supuestamente publicado por la agencia Reuters el 31 de enero de 1990 y firmado por un corresponsal de nombre “Dan William” (sic.). En él se intenta vincular a Castillo con la “Masacre de los Jesuitas” –que ocurrió cuando el embajador de Venezuela en El Salvador era Pedro Emilio Coll, no Castillo– y también con la “Operación Centauro”, nombre de un falso “plan de exterminio” impulsado en secreto en El Salvador por el gobierno de los Estados Unidos», explica CFN.
El medio de verificación señala que la “Operación Centauro” es un caso de desinformación promovido por los gobiernos de La Habana y Moscú, en plena era soviética, para influir en la opinión pública y desestabilizar a sus adversarios políticos. La propia CIA negó su existencia.
Además, CFN destaca que sobre la “Masacre de los Jesuitas” de 1989 existe una querella criminal interpuesta por el Centro para la Justicia y la Rendición de Cuentas, una institución que identifica y procesa a criminales de derechos humanos en todo el mundo, en contra del antiguo presidente de El Salvador y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Alfredo Cristiani Burkard, y otras 14 personas por su participación en la “Masacre de los Jesuitas”. Leopoldo Castillo y Edmundo González no figuran entre los 15 acusados.
Por otro lado, la masacre de los sacerdotes jesuitas en San Salvador (también conocidos como los mártires de la UCA), ocurrió el 16 de noviembre de 1989, seis años después de que el candidato presidencial terminara su estadía en la embajada de Venezuela en El Salvador (1983).
El paciente cero sobre rumores de González Urrutia
El 15 de mayo de 2024, apenas días después de que se confirmara que Edmundo González había sido inscrito como candidato presidencial de la oposición en Venezuela, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y diputado a la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, difundió la información basándose en una comunicación supuestamente enviada a él directamente por una «diplomática colombiana» que le advierte sobre un supuesto pasado oscuro de González Urrutia durante la guerra civil en El Salvador.
Además, la carta señala que tanto Castillo como González Urrutia fueron captados por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
Declaración desde la hora 3, minuto 16 con 27 segundos hasta la hora 3, minuto 22 con 30 segundos
La misiva, escrita por la supuesta patriota cooperante La gomela, y leída por Cabello durante la transmisión de la edición 476 de su programa Con el mazo dando, es una comunicación que a primera vista no parece redactada por algún diplomático.
Yo quiero leer a esta señora, porque ni he leído la carta. Patriota cooperante La gomela, Mansión la Curuba de oro, Alto de Las Palmas, Medellín. (…) Excelentísimo don capitán Diosdado Cabello Rondón, presente. Le escribe muy respetuosamente la embajadora María Catalina Restrepo Pinzón de Londoño (…) Esta carta de esta señora hay que montarla en las redes para que sepamos quién es el personaje. El motivo de esta misiva no es más que informarles sobre un intrigante y oscuro episodio de la vida de Edmundo González Urrutia.
Tengo entendido que se graduó en estudios internacionales en la Universidad Central de Venezuela, pero su carrera diplomática sanguinaria y rastrera tiene su basamento teórico en su formación, ya que dentro de su currículum figura un máster realizado en Estados Unidos en la American University de Washington, entre 1978 y 1980, sobre relaciones internacionales y política exterior americana.
Edmundo trabajó en el servicio internacional de su nación y el 24 de noviembre de 1976 ingresó como funcionario en la embajada venezolana en Estados Unidos, en pleno desarrollo del plan Cóndor. Ahí fue captado por la CIA, como era común en esa época (…) Por eso para el 27 de julio de 1981 fue trasladado a la embajada de Venezuela en El Salvador, donde sin duda iba a cumplir una misión, por lo que estuvo hasta el 20 de julio de 1983.
Distinguido capitán Cabello ¿sabe usted quién era el embajador de su país para esos tiempos en El Salvador? Nada más y nada menos que Leopoldo Castillo, el msmo periodista que se robó un presupuesto (en millones de dólares) que el gobierno ficticio de la República de Narnia le otorgó en 2020 para crear una Telesur paralela.
Pues resulta que González Urrutia, aunque menos conocido que su jefe Castillo, tuvo un papel nada despreciable en la embajada de Venezuela en el país centroamericano por aquellos turbulentos años 80. Su llegada a San Salvador coincidió con una era realmentente sombría, marcada por violaciones a los derechos humanos y masacres espantosas.
La cuestión es que bajo el mando de Castillo y la asesoría de González Urrutia se desataron los infames escuadrones de la muerte. Los reportes de aquellos días son escalofriantes desde masacres de civiles inocentes hasta la persecución, asesinato de maestros y líderes comunitarios. Sin mencionar los ataques despiadados contra religiosos y niños. Cabe destacar que todo esto está documentado con horror por medios de todas partes del mundo.
Edmundo estaba supremamente comprometido con estas atrocidades siendo parte activa del financiamiento y la logística de estos actos brutales (…) Edmundo, aunque quizás un segundón en el papel, fue un actor clave en una de las páginas más oscuras de la historia centroamericana. Por eso no es de extrañarse que en estos momentos sea el candidato escogido por el gobierno estadounidense para enfrentar al presidente en funciones de su país, Nicolás Maduro. Es el digno representante de las sanciones imperiales (…).
Una búsqueda en Google sobre María Catalina Restrepo Pinzón Londoño no arrojó resultados. No hubo coincidencias de nombres y apellidos. No hay evidencia de que tal personaje, que según Cabello ejerció la diplomacia colombiana, exista. EsPaja contactó el 16 de mayo a la Cancillería de Colombia para verificar si María Catalina Restrepo Pinzón es o fue personal de relaciones exteriores, pero no obtuvimos respuesta.
El equipo de Cocuyo Chequea también preguntó a Cancillería y hasta la tarde del 23 de mayo la respuesta fue: que no habían encontrado ningún registro con ese nombre.
*Lea también: Pedro Sánchez recibió a González Urrutia en La Moncloa este #12Sep
La versión leída por Cabello el 15 de mayo fue replicada rápidamente por medios oficialistas, sin que mediara verificación. Últimas Noticias, Diario Vea, FuserNews, Venezuela News, dieron cuenta de la supuesta «revelación» dada a conocer por Cabello sobre el candidato de la Unidad. Primicias-Venezuela fue más allá de la información divulgada en Con el mazo dando y cita tres de las masacres ocurridas entre 1981 y 1983 en El Salvador.
El 20 de mayo la cuenta en Instagram de Redradiove y Fidel Alejandro (Madroñero) ex conductor de Zurda Konducta, publicaron un video basado en la información ofrecida por Cabello en su programa del 15 de mayo. El material comienza diciendo: «la búsqueda de un candidato sin prontuario nuevamente fracasó. Edmundo González Urrutia resulto ser un exagente fichado por la CIA en 1976, cuando inició su carrera diplomática».
¿»Un espía de la CIA» con carnet?
El martes 21 llegó a EsPaja una imagen para su verificación: Un carnet de Edmundo González Urrutia que lo acredita como agente de la CIA.
¿Una identificación con fecha de incorporación enero de 1980 y fecha de expiración hasta el final? Hay varias cosas que le restan credibilidad a esta imagen con solo verla. En primer lugar, el supuesto carnet de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EEUU por sus siglas en inglés) está elaborado en español y en segundo lugar, «hasta el final» no es precisamente una fecha, pero sí el eslogan de campaña de la inhabilitada candidata unitaria María Corina Machado, quien tuvo que ceder su puesto a González Urrutia y por quien recorre el país llevando el mensaje de la Unidad.
Este formato de carnet está disponible en Internet. En la búsqueda de EsPaja se encontró que el diseño es de Informaníaticos hecho en la plataforma Deviantart, un espacio en el cada usuario muestra su arte.
El diseño fue publicado en abril de 2016 y es la misma plantilla usada para mostrar a González Urrutia como presunto agente de inteligencia de Estados Unidos. Cualquier persona puede colocar una foto y hacer modificaciones a los datos.
La credencial de González Urrutia como agente de la CIA, además, presenta un código QR o una parte de él. Pero el código QR (Quick Responde) no fue creado sino hasta 1994, 11 años después de que González Urrutia terminara su trabajo en la embajada de Venezuela en El Salvador.
El miércoles 22 de mayo, en su programa 477, Cabello insistió en lo que había dicho el program del día 15 de mayo, en vincular a González Urrutia con los escuadrones de la muerte, a través de otra carta dirigida a él por María Catalina Restrepo y que recibió a través de un supuesto patriota cooperante. En esta señaló que González Urrutia justificó las operaciones militares contra los campesinos salvadoreños.
Al día siguiente, consultado por un periodista sobre las acusaciones del diputado del PSUV, Gonzalez Urrutia dijo de Cabello: «Es una mentalidad fértil para la mentira y para la falacia». Y añadió: «No tengo que ver con eso. Yo serví en El Salvador dos años, trabajando por la democracia y por la reconstrucción del país».
EsPaja no halló pruebas de las acusaciones hechas en los programas 476 y 477 de Con el mazo dando contra González Urrutia. Y además, el carnet que circuló -a propósito de la «revelación» hecha en su espacio televisivo- resultó apócrifo.