¡Esto ya es el colmo!, por Simón Boccanegra
Un niño de 13 años fue arrollado por un motorizado en el 23 de Enero. Posteriormente falleció. Pero antes de esto tuvo lugar una escena verdaderamente difícil de creer. Los familiares del niño lograron apresar al motorizado y se dirigieron a un grupo de agentes de la Policía Nacional Bolivariana, apostados en la avenida Sucre, para que tomaran cartas en el asunto.
Su sorpresa fue mayúscula cuando escucharon de uno de los policías que lo sentían mucho pero «tenían órdenes superiores de no ingresar al 23 de Enero». Uno de los parientes del niño, que había logrado apresar al culpable, impotente, se vio obligado a soltar al tipo, ya que no sabía qué hacer con él.
Lo de la actitud del Gobierno frente al 23 de Enero habla de una verdadera complicidad entre las «autoridades» y los grupos paramilitares que «hacen vida» en la popular parroquia. De hecho, el gobierno ha abdicado de sus atribuciones en ese territorio, donde la autoridad es ejercida por «La Piedrita», «Alexis Vive» y otros.
Por cierto que al menos dos de esos grupos cuentan con el padrinazgo de Diosdado Cabello y de Freddy Bernal. Esto ocurre a los pocos días de que Tarek el Aissami nos metiera la coba de que poseemos el «mejor servicio policial» de Latino América.
En ese país de algodón de azúcar donde viven varios dirigentes del «proceso», comenzando por su jefe, seguramente se nos dirá en algún momento que nuestro sistema penitenciario es también el mejor del continente y que los magistrados (su mayoría casi total, por cierto) del Tribunal Supremo son unos dechados de pulcritud y decencia. Así son las cosas, como diría Oscar Yanes.