Exportaciones de Venezuela caerán 49,9% en 2019, pronostica la Cepal
El declive de las exportaciones de Venezuela forma parte de una caída general prevista para América Latina y el Caribe por el orden del 2%
Las exportaciones de Venezuela caerán 49,9% de acuerdo al más reciente estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, Cepal.
En general, las exportaciones de América Latina y el Caribe caerán un 2% en 2019, dato que contrasta con el crecimiento del 8,3% registrado en 2018. Estos se debe a la incertidumbre de la economía mundial, reveló el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, Cepal.
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“La tensión comercial y económica entre China y Estados Unidos de alguna manera ha generado oportunidades en algunos países de la región, como México. Sin duda genera incertidumbres y está rompiendo cadenas de valor”, explicó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Bárcena señaló también como factores determinantes el bajo crecimiento del comercio internacional, que tan solo crecerá 1,2%. La desaceleración económica mundial, que afecta todas las grandes economías, excepto a la India, y la caída de los precios de los minerales.
“Las materias primas están cayendo en promedio 4,5% y en general los precios siempre afectan muchos las economías de América Latina”, dijo Bárcena.
El sur a la baja
El informe “Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2019” indica que las exportaciones en América Latina y el Caribe superarán el 1,07 billones de dólares. Una cifra menor que los 1,09 billones de dólares de 2018.
Caerán especialmente en América del Sur, con una reducción del 6,7%, y los países más afectado serán los del Mercosur.
Las exportaciones de Venezuela caerán 49,9%, las de Paraguay 8,8%, las de Brasil 5,6%. Solo Argentina y Uruguay lograrán un crecimiento, del 5,9% y 4%, respectivamente.
También sufrirán caídas Perú (-7,2%), Chile (-6,6%), Colombia (-4,3%) y Bolivia (-2,7%). Mientras que solo crecerán las exportaciones de Ecuador (3,8%).
En contraste, las exportaciones de los países del Caribe crecerán 3,7% -aunque las de Cuba caerán 3,7%-, las de Centroamérica crecerán 2,6%. A su vez, las de México 2,8%, gracias al comercio con Estados Unidos.
Bárcena señaló la necesidad de “dar valor agregado” a las exportaciones y citó como ejemplo el hecho de que América Latina, que concentra 60% de las reservas de litio en el mundo. Está exportando el mineral en bruto en lugar de exportar baterías eléctricas de litio.
Tormenta perfecta
El informe señala con preocupación la fuerte caída del 10% que tendrá el comercio entre los países de América Latina y el Caribe. Con especial efecto en los países del Mercosur, donde el comercio interregional caerá 22%.
Bárcena indicó que Suramérica ha sufrido una especie de “tormenta perfecta” con las recesiones de Venezuela y de Argentina. Asimismo, por la dependencia de las materias primas y sus crisis de endeudamiento, que han frenado las aspiraciones de integración regional.
“Tenemos un mercado de más de 600 millones de personas, muy dinámico que podríamos aprovechar. Creo que es allí donde hay una oportunidad para morar un poco más hacia dentro”, resaltó.
Hizo un llamado para mejorar las infraestructuras de la región para conectar mejor los países latinoamericanos, sobre todo en ferrocarril. Con el fin de «motivar y propiciar las cadenas de valor».
La Cepal considera que para cerrar la brecha regional de infraestructura habría que invertir anualmente 6% del PIB hasta 2030. Algo que contrasta con el promedio del 2% invertido en naciones como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México o Perú.
Desigualdad como detonante
Bárcena culpó a la desigualdad como detonante de las protestas sociales ocurridas en países como Chile o Ecuador, e hizo un llamado para cambiar el modelo económico de América Latina y el Caribe a uno que «tenga la igualdad en el centro».
“Hay oportunidades para cambiar de un modelo económico extractivo a uno de mayor sostenibilidad. De uno de la cultura del privilegio a uno de mayor igualdad”, defendió.
Dijo que las recientes protestas demuestran que “la ciudadanía quiere ser escuchada no necesariamente a través de los mismos interlocutores” y encomió el papel de los jóvenes.
“Los más jóvenes han dicho que no quieren un mundo más desigual, más contaminado, con más riesgos y sin movilidad social. Creo que tienen razón”, concluyó.