Exsenadora Aída Merlano: «Ellos no desean que yo sea extraditada a Colombia»
Aída Merlano también se defendió de las acusaciones de que ha recibido un trato diferenciado en el Sebin El Helicoide, un centro de reclusión de presos políticos venezolanos y donde se ha denunciado actos de tortura
La exsenadora colombiana Aída Merlano aseguró que el presidente Iván Duque no la quiere de vuelta en Colombia por haberle pedido su extradición a Juan Guaidó y no a Nicolás Maduro, a quien calificó como “el presidente legítimo”.
“Eso da claramente un mensaje y el mensaje es contundente y es que ellos no desean que yo sea extraditada a Colombia. Si ellos desearan que yo fuera extraditada a Colombia, ellos le pidiesen mi extradición al presidente legal, legítimo, y es Nicolás Maduro. No Juan Guaidó”, aseveró al exsenadora en una entrevista exclusiva a Revista Semana.
Desde la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Merlano dijo que es un “absurdo político, diplomático y una vergüenza nacional de mi país hacer semejante solicitud. Más, cuando la Corte Suprema de Justicia se lo requirió al presidente y de una manera tan inadecuada. Hizo una solicitud a un presidente que no es legítimo”.
La Corte Suprema de Colombia aprobó la solicitud de extradición de la exsenadora al gobierno de Venezuela el 7 de febrero, luego de que fuese apresada el 28 de enero por cuerpos de seguridad venezolanos en el estado Zulia.
Esta solicitud de extradición fue enviada al Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano, que tramitó la solicitud ante Juan Guaidó, a quien la administración de Iván Duque reconoce como mandatario interino venezolano, mientras que a Nicolás Maduro, gobernante de facto, lo tildan de usurpador.
Aída Merlano también se defendió de las acusaciones de que ha recibido un trato diferenciado en el Sebin El Helicoide, un centro de reclusión de presos políticos venezolanos y donde se ha denunciado actos de tortura.
La exsenadora señaló que ha recibido un trato digno: “Tuve la oportunidad de conocer una noticia el día que tuve una visita de mi hija, que pudo venir a verme, en donde se decía que yo gozaba de privilegios, comidas a la carta, usurpación a una celda de una persona que estaba aquí y en ese momento yo aún estaba en una celda de transición. No tenía las condiciones, no tenía baño, no tenía absolutamente nada para tener una comodidad. Solamente hace dos días fui transferida a una nueva celda que no tiene aún las condiciones en las que yo me encontraba recluida en El Buen Pastor (Bogotá). Pero algo sí tiene y es que el trato que me han dado es un trato digno”.
Lea la entrevista completa en Revista Semana