Fabricación de subametralladora para Milicia obvió control parlamentario sobre defensa
El diputado Luis Barragán recordó que el nuevo equipo castrense no fue avalado por la Asamblea Nacional y su elaboración contraviene las prioridades del país. Por su parte, el analista Luis Alberto Buttó señaló que con el anuncio sobre el armamento que Nicolás Maduro destinará a los milicianos se confirma que el pretorianismo emplea como arma la amenaza de la violencia
En medio de los señalamientos constantes sobre la inconstitucionalidad de su creación y funcionamiento, a la Milicia le será asignada la subametralladora Caribe calibre 9.19 mm que producirá la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), de acuerdo con el anuncio del gobernante Nicolás Maduro a finales de mayo de 2019.
La fabricación de este equipo que, según la meta oficial se destinará a 2.9 millones de milicianos, reforzó la ausencia de transparencia y el control del Poder Legislativo para las adquisiciones del sector castrense.
«El Parlamento es la instancia del Estado apta para evaluar, avalar o corregir la política adelantada en el sector defensa. Así como resulta insensato el gasto en la adquisición de armamentos, en medio de la catástrofe humanitaria que padecemos, algo semejante ocurre con la fabricación o ensamblaje de cualquier arma, en medio del oleaje desindustrializador de dos décadas, aún en el renglón petrolero, alimentario y farmacéutico. Varias han sido las metas anunciadas en el área militar y después olvidadas», advirtió el diputado Luis Barragán (Vente Venezuela).
El diputado, que monitorea el ámbito de la Fuerza Armada Nacional (FAN), cree que el anuncio de Maduro, quien aprobó para la fabricación de la subametralladora 6 millones 833 mil euros, se presta a la publicidad del gobierno revolucionario. Atribuye este fin a la presunta composición popular de la Milicia y a las también supuestas facilidades asistenciales a sus integrantes que, recordó, son activistas relegados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
«Los milicianos pueden hacer presencia en el Metro, por ejemplo, pero nunca serán como la Guardia Nacional (GN), bastión en la represión generalizada. Por lo pronto, hay más de necesidades básicas que muchos esperan satisfacer al integrarla, que un adiestramiento para tareas que siempre han sido imprecisas. En definitiva, constituye un bastidor para contrabandear más adelante a los irregulares entrenados que ocupan al país», enfatizó el diputado Luis Barragán.
El parlamentario subrayó que la Milicia no constituye un componente del estamento militar según el artículo 328 de la Constitución que identifica claramente al Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional como los cuatro componentes.
«Sin embargo,desconociendo el plebiscito de la reforma constitucional que les fue adverso en 2007 siguen impulsándola. Pero es un impulso de ficción, pues la Milicia está orientada a enmascarar a las fuerzas irregulares y extranjeras que nos ocupan como país», aseguró.
El analista Luis Alberto Buttó acotó que el anuncio sobre la subametralladora Caribe es un anuncio más de Maduro en el que se evidencia una de las características del pretorianismo: El uso de la violencia o la amenaza del empleo de la violencia. Expresó que este tipo de mensajes no aporta ningún tipo de tranquilidad al país, y, por el contrario, generan molestia.
Buttó indicó que los gobiernos autoritarios no respetan a la opinión pública ni la soberanía popular representada en el Poder Legislativo y eso explica que, al igual que con otras adquisiciones de armas, se haya omitido el control parlamentario. En este sentido, sostuvo que el autoritarismo no respeta la soberanía popular, «solo la usa en términos instrumentales, pero no para tener la responsabilidad de rendir cuentas».
«Es una equivocación que con la subametralladora Caribe, el Estado invierta en la industria del armamento que es una industria muy costosa. Además Venezuela no está en condiciones económicas ni en posibilidad de que el capital que se invierta en la fabricación del equipo sea retornado, con lo cual podría convertirse en un proyecto económico fracasado. A la vez se repite la opacidad de otras operaciones», advierte Luis Alberto Buttó.
Otro fusil
Antes de hacer el anuncio sobre la subametralladora Caribe, Maduro señaló al país que los milicianos manejarían los fusiles rusos Kalashnikov AK-103. La instalación de la fábrica de este equipo está en mora desde hace varios años y la proyección del Gobierno es que se concrete en 2019.
A finales de mayo, durante la I Feria de Innovación, Ciencia y Tecnología de la FAN, se informó de la aplicación de un Sistema de Simulación de Fusil Ak103 para ser empleado «en el entrenamiento de soldados en todas las unidades militares y de las Milicias Bolivarianas en las Unidades Populares de Defensa Integral (UPDI)». El reporte fue registrado por medios oficiales como»YVKE Mundial».
De acuerdo con las ventajas del referido sistema, según la organización castrense, «se encuentra que le permite a la Fuerza Armada ahorrar municiones»
El general retirado Fernando Ochoa Antich, exministro de la Defensa, planteó que precisamente el problema que se plantea con los fusiles AK 103 son las municiones.
«¿Es posible tener alistados a casi tres millones de ciudadanos ¿ ¿Hay armas para tanta gente? Aquí se dijo que se iba a formar una fábrica de armas de Kaslasnikov, pero no se ha concretado. El fusil no es el problema de una guerra, no es el arma, el problema es el suministro de la munición, porque se supone que gastas la munición. ¿Cómo se va a reemplazar? Hay más de campaña propangandística que de realidad», aseveró el exministro Fernando Ochoa Antich.
El militar señaló que la capacidad de acción militar de la Milicia es limitada. Añadió que muchos milicianos son personas entre los 50 y los 60 años.
«Aparte de que la Milicia es inconstitucional, si fuese verdad que será una organización de tres millones de integrantes, su mantenimiento resultaría muy costoso para el país porque además deben ganar sueldo mínimo «, añadió.