Falta de estrategias ante la negativa al escenario electoral le pasa factura a Guaidó
La oposición venezolana se decanta por no participar en las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre pero, hasta la fecha, no se ha ofrecido una alternativa que reemplace ese escenario. Analistas coinciden en que la falta de planes le pasa factura a Juan Guaidó y afianza el recelo de la población en sus capacidades de lograr un cambio político
El 5 de julio, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, hizo un claro llamado a la abstención. Durante una actividad denominada Congreso de la Unidad, el también mandatario interino dijo que las parlamentarias del 6 de diciembre serán una “farsa electoral”, y pidió enfrentar esta acción con movilizaciones y unidad entre todos los factores políticos que adversan al régimen de Nicolás Maduro.
Días más tarde, en una entrevista para el diario español La Razón, Guaidó señaló que la alternativa que presente como bloque opositor “tiene que ser de cara a la participación, a la movilización, no a inhibirnos. No puedo ser más preciso porque el detalle está en pleno debate”.
Pero esa falta de estrategias, ante un llamado activo a no participar de un escenario electoral, le puede pasar factura para conseguir apoyo de la población en nuevos planteamientos con el objetivo de presionar por un cambio político, coinciden varios politólogos y analistas consultados por TalCual.
El pueblo está esperando un mensaje político claro, una oportunidad política para ir asestando golpes al régimen autoritario, aseguró el politólogo y profesor de movimientos sociales en la Universidad Central de Venezuela, Luis Salamanca. “Ahora, si colocas en la balanza que los grupos mayoritarios y el líder dicen que no van a participar, que hay una pandemia, una crisis que paraliza al país por diversos factores, entonces nadie va a ir a votar”.
Cuando se da ese tipo de situaciones, la minoría más organizada es la que gana, destacó el politólogo. “Entonces, la minoría que es el PSUV va a salir ganando, porque los grupitos satélites y que están haciendo fiesta con esta situación no van a recibir votos, la gente no los ve como los vehículos adecuados para producir el cambio. La gente sigue viendo a partidos como Primero Justicia, Acción Democrática, Voluntad Popular, a Guaidó, como los que verdaderamente convocan al pueblo venezolano”.
Además, considera que para el 7 de diciembre “tendremos nuevamente el desierto político como sucedió el 21 de mayo de 2018”, debido a la falta de estrategias y opciones de la coalición opositora.
El politólogo John Magdaleno aseveró que no es suficiente decirle a la población sobre votar o no, “sin clarificar la estrategia”, y “en un contexto donde el oficialismo busca desestimular tu participación”.
“Es claro que el oficialismo genera, de modo deliberado y disciplinado, una cadena de desestímulos y desincentivos para que muchos opositores no vayan a votar. La respuesta opositora no puede ser, a secas, «votar» o «no votar» sin una reflexión de fondo sobre la estrategia”, reiteró.
La clave es la coordinación estratégica porque ambas opciones tienen costos, consideró Magdaleno en su cuenta en Twitter, al tiempo que señaló que se debe “razonar y justificar de qué modo, con lo que usted propone, se pueden debilitar los ‘centros de gravedad’ del régimen autoritario. Es hora de pasar de las ‘consignas’ a un debate más profundo”.
Sea que usted sugiera «no debemos ir a votar» o «hay que participar», lo clave es razonar y justificar de qué modo, con lo que usted propone, se pueden debilitar los «centros de gravedad» del régimen autoritario. Es hora de pasar de las «consignas» a un debate más profundo.
— John Magdaleno (@johnmagdaleno) July 5, 2020
Mientras que Jesús Seguías, consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp, destacó que no es momento de definir si hay transparencia democrática del régimen de Nicolás Maduro, “porque no la hay (…) Lo que hay que discutir y definir es cuál es la alternativa a la vía electoral. El país necesita luces. No la vemos. Y lo contrario a votar es cruzarse de brazos, y eso es peor”.
Resaltó que la oposición sabe manejarse en la ruta electoral, que es una oportunidad “para hacer política, para avanzar en vez de estar paralizados sin hacer nada y alimentando la desesperanza. Hay que reconstruir la esperanza a partir de un correcto manejo de las realidades y de estrategias diferentes”.
Sin estímulos
El politólogo y jefe del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana, Óscar Vallés, coincidió en que la mayor preocupación que tiene la ciudadanía es que precisamente ante el rechazo de Juan Guaidó y los partidos que lo acompañan a participar en las elecciones no se ofrecen otras alternativas, “sino tres medidas que tienen tiempo desarrollándose en Venezuela y que no hemos visto que conduzcan a ningún cambio o transición hacia el cambio político que reclama el país”.
Vallés señaló que Guaidó seguirá convocando a sus aliados internacionales para proseguir y aumentar las sanciones; hará llamados a seguir con las protestas y los reclamos sociales, “es una especie de movilización que nadie observa por ningún lado”; y seguirá con el proceso del Comité de Postulaciones.
“De tal manera que, la ciudadanía en general, ante esto, está prácticamente al abandono y sin saber cuál será su futuro cierto. No tiene manera de planear un 2021, no tiene forma de saber que sucederá en el país por el lado de la oposición porque quienes tienen el monopolio de la representación opositora en Venezuela, reconocida por un buen número de países, sencillamente no ofrecen coordenadas más seguras o claras que traigan expectativas positivas a futuro”, sentenció el profesor de la Unimet.
En este escenario, “todo indica que seguiremos bajo la regencia y la dominación que tiene la ‘revolución bolivariana’ sobre el país”, afirmó el politólogo. “La gente está con Guaidó porque no tienen otra alternativa importante ante sí, pero se nota que la población ya no tienen confianza ni en el régimen de Maduro o las alternativas que ofrece Guaidó. Esto ocasiona un gran problema para la ciudadanía y es quedarse sin oposición, no por unos cuantos partidos o voceros, sino porque no levantan entusiasmo”.
Guaidó vs Elecciones
Los analistas coinciden en que el mejor escenario que se plantea a la oposición en estos momentos sería participar en unas elecciones, aún cuando las condiciones son de clara desventaja.
Luis Salamanca aseguró que Juan Guaidó necesita ganar estas elecciones parlamentarias para poder continuar como diputado y presidente de la Asamblea Nacional, eventualmente, “y eso solo se puede hacer armando una estrategia y alianza electoral muy amplia donde estén presentes los sectores políticos que pertenecen a los partidos que han sido ilegalizados por el régimen”.
Además, el politólogo destacó que el único sentido de participar en unas elecciones como estas, “es con la unidad de los sectores al estilo de 2015, aunque no se logre tan plenamente como entonces pero es la única manera de apuntar, por lo menos, a crear una crisis política con base a la posibilidad de un fraude”.
Seguías coincide con Salamanca en que un voto masivo opositor “enredaría” al régimen de Nicolás Maduro “al extremo”, y por ello usan como técnica el desestimular al adversario por medio de este tipo de pronunciamientos.
“Ciertamente, la ruta electoral en Venezuela conlleva un alto riesgo de trampas, irregularidades, ventajismo, atropellos. ¿Pero acaso hay otra ruta mejor en Venezuela? ¿Cuál es? ¿Quién la puede explicar de manera convincente, sin apelar a fantasías? Ese es el tema de fondo. Las elecciones parlamentarias se han convertido en una excusa para evadir la esencia del problema”, afirmó.
Para participar en elecciones, Salamanca cree que la oposición podría utilizar las pocas tarjetas habilitadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como Un Nuevo Tiempo (aunque sobre este partido pesa una solicitud para arrebatar la dirección a Manuel Rosales), La Fuerza del Cambio o Puente.
“Cualquier de esas sirve, pero debes tener una alianza y una estrategia para romperle el juego al régimen. ¿Cuál es la estrategia del régimen? Hacer unas elecciones con partidos satélites que no significan nada desde el punto de vista de representación nacional, y tampoco van a llegar a ninguna parte porque no tienen legitimidad política por parte del pueblo venezolano”.
Salamanca también resaltó que Maduro está apuntando a crear un sistema de partidos hegemónicos, tras destruir una oposición mayoritaria y permitiendo estos partidos minoritarios de oposición, “porque no le harán mella de ningún tipo. El único que le puede hacer mella es Guaidó con una alianza”.
Recordó que el momento “más intensamente movilizador en un sistema político post democrático” es el electoral. “Los electores están esperando que los convoquen para una acción unitaria, ahorita el voto solo se puede movilizar unitariamente. Si no se participa de esta forma, no tiene sentido porque lo que se hará es comparsa legitimadora al régimen de Maduro”.
Pero el politólogo Óscar Vallés opinó que para Guaidó es más ventajoso no participar en un proceso electoral, pues si participa “incluso con un CNE favorable y bien organizado, tendría que entregar la Asamblea Nacional el 5 de enero porque es probable que los nuevos diputados electos busquen una nueva alternativa”.
Resaltó que esa Asamblea Nacional no va a ser reconocida como legítima, y “mientras se atomizan y disgregan más las instituciones del Estado en Venezuela, mucho más predominio tendrá quien tiene la capacidad de imponer sus decisiones de forma autoritaria. El poder Ejecutivo sigue fortaleciéndose de forma vertiginosa”.
“Por el camino que nos lleva el señor Guaidó de desconocer, no participar y mantenerse al margen de este proceso electoral a los venezolanos, lo único a lo que nos conduce este camino es tener un poder Ejecutivo más fuerte y vigoroso. Maduro no se debilita porque la oposición no participe en un proceso electoral, quien se está debilitando vertiginosamente es la oposición cada vez que se niega a luchar por todos los medios posibles, con cualquier medio que se tenga a la mano”, puntualizó Vallés.
Continuidad administrativa no
La tesis de la continuidad administrativa de la Asamblea Nacional es una de las tesis que discuten desde el seno de las fuerzas políticas que acompañan a Juan Guaidó. Varios diputados y partidos e inclinan a dejar esta opción de lado, mientras que el presidente del parlamento venezolano también dice que es un “despropósito” hablar sobre este tema en los actuales momentos.
A juicio del politólogo Luis Salamanca, el mandatario interino está “totalmente equivocado” debido a la falta de estrategias, al tiempo que cuestionó la tesis de la continuidad administrativa al considerar que sería una violación flagrante de la Constitución como las que comete el régimen de Nicolás Maduro. “Eso es otro bodrio, otro engendro que produjo el chavismo para mantenerse en el poder y hacer lo que hicieron en 2013. Incluso Guaidó podría ir preso. Esto lo usa quien ostenta o ejerce de facto el poder, algo que Guaidó no tiene”.
La continuidad administrativa es una figura en derecho administrativo y no en derecho constitucional, señaló Salamanca de forma tajante. “Esto lo que señala es que se debe esperar al sustituto para poder entregar un cargo, pero la continuidad no es de la persona, es de la función que ostentas en ese cargo”.
Y en estos momentos, prosiguió el analista, “lo que sostiene la decisión de los gobernantes es la fuerza, ya sea militar o la capacidad de obligar forzosamente a obedecer decisiones que legítimamente no están capacitadas para hacerlo”.
Mientras que el profesor Óscar Vallés señaló que “eso fortalecerá al señor Guaidó y al grupo que lo acompaña pero debilitará enormemente a la mayoría de los venezolanos. Juan Guaidó seguirá asumiendo la representatividad de la Asamblea Nacional, que debería ser reconocida en el exterior y le permitirá seguir regentando Citgo, Monómeros y las cuentas internacionales confiscadas. Para Guaidó es muy buena opción mantenerse en la presidencia interina”.
En cambio, Vallés destacó que a la ciudadanía no le contribuirá que esa continuidad administrativa porque no ayudará a solventar sus problemas. “En el punto de vista de la estructura de fondo de la lucha por la libertad, esto está debilitado; y puede impulsar a la gente cansada en las provincias a respaldar candidatos que participarán del proceso electoral de diciembre”.
Padrino López en la jugada
Desde un acto por la independencia el pasado 5 de julio, el general en Jefe (Ej) y ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, subrayó: “La oposición nunca podrá ejercer el poder político en Venezuela. No pasarán, no serán poder político jamás en la vida mientras exista una Fuerza Armada Nacional como la que hoy tenemos, antiimperialista, revolucionaria y bolivariana”.
El consultor político Jesús Seguías considera que Padrino López y los opositores abstencionistas “trabajan en la misma dirección: impedir que los venezolanos vayan a votar en cualquiera elección”.
“Padrino López dice a los opositores que no vayan a votar, porque si votan no entregarán el poder. Se supone entonces que los opositores deben decirle a los venezolanos que sí vayan a votar, ignorando y retando a Padrino López. Así es el juego. Pero decidieron lo contrario. Dicen que Padrino tiene razón: No vale la pena votar. Quién entiende semejante disparate político”, se preguntó el consultor político.
Mientras que el politólogo Luis Salamanca señaló que las declaraciones de Padrino López no tiene fines electorales directamente. “Eso es una declaración de fondo, donde le dicen a la oposición que en ese sistema que están construyendo no tienen cabida, no solo porque les quitaron la existencia legal, sino porque si se les ocurre participar y ganarnos, nosotros no la vamos a aceptar”.
Dijo que esto “es viejo” y se desprende de la doctrina del fallecido Hugo Chávez con su lema de “no volverán”. “Esto ha sido repetido por diversos voceros a lo largo de los años, no los han dicho de mil maneras distintas. Ya lo había dicho otro militar pero es la primera vez que un ministro. padrino está yendo al fondo de asunto, diciendo que no tienen nada que buscar aquí y si lo intentan, la Fuerza Armada se los va a impedir”.
El tema es si la Fuerza Armada cambia, porque Padrino López no es eterno y en algún momento quiera tener la baja, cuestiona Salamanca, “pero su declaración no es buscando un efecto electoral, aunque lo tenga (…) Está ratificando que esto es una dictadura, no es una dictadura militar pero está asomando la cabeza como futuro gobierno militar porque al decir eso es darle a la Fuerza Armada un protagonismo que no ha tenido”.
Salamanca resaltó que hasta ahora la FAN solo ha tenido un gobierno indirecto como respaldo, pero ahora se asoman como gobierno directo si la oposición intenta cualquier opción. “En definitiva, Padrino López se borró todas las opciones, tanto las de hecho como las constitucionales”.
Ante este escenario, el politólogo reitera que la opción es la participación, “porque de lo contrario te estás quedando solo con la denuncia del asunto (…) Lo único que puede parar a este poder es otro poder, como dijo Montesquieu. Aquí se está viendo profundamente eso”.
Se pregunta por qué Padrino López emite estos comentarios justo en momento electoral, “ya sabíamos que la Fuerza Armada era el soporte del gobierno, pero él aquí fue a más”.
El politólogo Óscar Vallés coincidió en que las declaraciones de Padrino López van más allá de tener un impacto en el escenario electoral y su permanencia como Ministro de la Defensa. “Después de 2002, Hugo Chávez advirtió al país de una manera clara que esta revolución bolivariana era una revolución armada, y la gente no lo entendió porque Chávez llegó al poder por medio de los votos”.
La población sabía que habían colectivos y asoció la revolución armada con esos frentes de choque del partido socialista, explicó Vallés, “pero no se entendió una cuestión más de fondo, y es que la revolución armada que concibió Chávez se ha ido desarrollando paralelamente en el seno de la Fuerza Armada. El brazo armado, a diferencia de otras revoluciones de izquierda, se creó desde el poder”.
Cuando el señor Padrino López y otros voceros militares dicen que son una Fuerza Armada chavista y antiimperialista, dijo Vallés, “están reafirmando que son el brazo armado de la revolución en Venezuela (…) Por supuesto que podemos criticar esta situación, pero no lo podemos negar, y si comprendemos esto podremos ver que no tiene sentido que el señor Guaidó, por ejemplo, esté a cada rato sacando declaraciones donde incita a golpes armados dentro de la Fuerza Armada”.
Reiteró que bajo este escenario, las declaraciones de Padrino López son consistentes con lo que es la Fuerza Armada actualmente. “Por supuesto que genera sorpresa, porque la Fuerza Armada debería estar al servicio de toda la nación y no de una parcialidad política, pero la revolución bolivariana no es una parcialidad política, es el poder político en Venezuela”.