Familias temen que cuarentena las deje sin comida del CLAP
En sectores como Petare, Altagracia y La Concordia, donde no llega el CLAP desde mediados de febrero, aún no saben cuándo recibirán la caja y temen que su distribución se retrase todavía más luego de que Nicolás Maduro ordenara una cuarentena de manera para evitar la propagación del Covid-19
En el barrio José Félix Ribas, en Petare, donde más de 400 familias dependen del CLAP para medio comer, llevan un mes sin recibir las cajas de alimentos y temen que su distribución se retrase todavía más debido a la cuarentena total que ordenó Nicolás Maduro por el coronavirus, que hasta la noche del lunes 16 de marzo sumaba 33 casos.
“No estamos en desacuerdo con la cuarentena, sabemos que es para prevenir la expansión del virus, pero cónchale, hay que tomar otras medidas para garantizar la alimentación y el agua, cosas que son vitales para prevenir esto. La gente está entrando en pánico porque nadie tiene comida en su casa”, asegura Rosiris Hernández, líder del CLAP en la comunidad. “Supuestamente en el transcurso de la semana deberían llegar las cajas”.
En un edificio en Catia, al oeste de Caracas, las jefas del CLAP informaron por un grupo de WhatsApp a los hogares que posiblemente las cajas llegarán entre este lunes 16 y el domingo 22 de marzo. “Las entregas de las cajas serán distribuidas casa por casa o piso por piso, dependiendo del apoyo que tengamos. Las personas que entreguen las cajas y las que las reciban deberán tener obligatoriamente guantes y tapabocas. Ese día por favor esperar dentro del apartamento. No se quiere a nadie, absolutamente a nadie, esperando en el pasillo. Espere con calma”, reza el mensaje.
Entretanto, en sectores como Altagracia y La Concordia, donde no llega el CLAP desde mediados de febrero, aún no saben cuándo lo recibirán. “La gente teme que la cuarentena retrase la llegada de la caja. Preguntan por el grupo de WhatsApp cuándo la recibiremos”, dijo una de las vecinas.
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Para Edison Arciniega, especialista en desarrollo y seguridad alimentaria y director ejecutivo de Ciudadanía en Acción, la situación es compleja en términos alimentarios. “Las poblaciones van a tener que enfrentar una cuarentena con una disposición de alimentos menor a la que han tenido tradicionalmente, ya que es más que lógico que se retrasen las distribuciones de alimentos tanto públicas como privadas. Un tema que también es muy grave es la paralización del trabajo de buena parte de las ONG humanitarias”.
Asegura que la distribución del CLAP ha estado muy baja en lo que va de año. “El programa está bastante exiguo, y si lo conjugas con la disposición de cargas alimentarias pues tampoco ha habido mucha disponibilidad, un poco en los niveles del mes de noviembre del año pasado”.
El 15 de marzo Maduro ordenó a los consejos comunales y a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) garantizar la distribución de alimentos en las comunidades receptoras del subsidio.
Según Arciniega, los CLAP y las organizaciones comunitarias que gravitan en torno al Estado son la primera línea de contención local que está utilizando el gobierno para responder a la contingencia. Indica que aproximadamente 30% de las comunidades receptoras del CLAP está ya en actividades como elaboración de tapabocas y tomando medidas como tratar de desmovilizar a sus habitantes.
En el mensaje enviado por las jefas de calle de Catia, recomiendan a los habitantes, sobre todo a las personas mayores de 65 años y menores de 12 años, no salir de sus hogares, e informar inmediatamente si algún miembro de su familia presenta síntomas como dolor de cabeza, dolor de garganta o tos seca.
Por otra parte, en Horizonte y Propatria sí recibieron la caja este lunes 16 de marzo.
CLAP en peligro de desaparecer
En 2019 se redujeron el número de familias receptoras y la cantidad de productos distribuida. Según la ONG Ciudadanía en Acción, a finales de 2019 la caja pesaba casi la mitad que en enero: pasó de 16 a 9 kilos en promedio. En 2016, cuando Maduro anunció el nacimiento del CLAP, las cajas pesaban 19 kilos y contenían 15 artículos. Hoy apenas llegan con 8 productos aproximadamente.
“Estamos ante la pésima noticia para las familias venezolanas de que el único suministro que estaba llegando en condiciones de emergencia para las poblaciones en vulnerabilidad está desapareciendo, lo que conlleva a un incremento de la vulnerabilidad alimentaria, de la desnutrición aguda y aumento o sostenimiento de la desnutrición crónica”, dijo Arciniega.
Por otro lado, el economista Leonardo Buniak advierte que, con los actuales niveles de producción y un escenario de precios tan bajos, los ingresos petroleros de Venezuela podrían tocar fondos afectando la capacidad del Estados de importar las cajas CLAP, una de las “principales prioridades políticas del régimen de Nicolás Maduro”.
Los ingresos en divisas del país, que en los últimos años se han reducido considerablemente por el desplome de la producción petrolera, que provee 86 de cada 100 dólares que entran a Venezuela, se ven ahora más comprometidos luego de que los precios del crudo cayeran a su nivel más bajo desde la Guerra del Golfo en 1991.
El economista Luis Oliveros señala que en un escenario de menos ingresos muchas de los venezolanos que dependen del CLAP verán una disminución en la variedad, en el peso y en la frecuencia de entrega de la caja. “Tan sencillo como que el gobierno no tiene dinero para comprar caja CLAP”.