Fantasías animadas, por Laureano Márquez

Lo que van a leer a continuación es ficción, es decir, no sucedió, pero ha podido suceder. Sin embargo, razón tienen algunos de molestarse con la ficción, porque no hay cosa más verdadera que la creada por el intelecto humano cuando se decide a construir mentiras. No se tome esto último como una pretensión de verdad, sino como lo que es: una disquisición filosófica sobre la inverosimilitud del diálogo que se avecina, que imita el desgrabe de una supuesta conversación telefónica entre Carlos Andrés y Chávez, producto –repito– de la imaginación de quien esto escribe:
CAP: ¿Aló?, ¿Hugo?…
Chávez: Sí, soy yo mismo… Carlos Andrés… ¿Cómo estás?
CAP: Bueno, ahí, poco a poco… Mire, estoy muy preocupado porque veo que la tenemos perdida…
Chávez: ¿Por qué estás tan pesimista, hermano de camino?
CAP: ¿Y es que usted no ha visto las encuestas? Tenemos que hacer algo y pronto…
Chávez: Sí, pero qué… Aquí tú eres el maestro de la truculencia…
CAP: No crea, usted me salió un alumno muy aventajado…
Chávez: Ojalá y no estén grabando esta vaina…
CAP: No se preocupe, cualquier vaina, usted dice que esto es una conversación entre Cayito y Rolando Salazar… Usted tiene cara para eso y para más…
Chávez: Viniendo de ti, el comentario me halaga…
CAP: Por cierto que usted me ha tirado muy duro últimamente… A veces me digo a mí mismo: Mí mismo, ¿será que me tiene arrechera de verdad?
Chávez: ¿Cómo vas tú a creer, Carlos Andrés?, tú sabes que es jodiendo…
CAP: Ah bueno, cuidado con vainas, mire que estamos juntos en esto…
Chávez: Yo sé… Tú me das herramientas para joder a la oposición y yo cumplo… ¿O es que tú has visto a algún corrupto de la IV preso?
CAP: Está bien, está bien, pero yendo al grano: Lo estoy llamando porque me van a dar una entrevista a página entera… ¿qué quiere que diga?
Chávez: Bueno, sugiere que estás conspirando con los militares para propiciar una salida violenta, la única que se avizora en el panorama político venezolano…
CAP: ¿Y qué ganamos con eso?
Chávez: Bueno, los militares que están conmigo se arrechan más y yo tengo nuevos argumentos para descalificar a la oposición, diciendo que tú la comandas desde el exilio, y puedo seguir diciendo que es fascista y golpista…
CAP: Je, je, je, je… A usted sí se le ocurren vainas… A veces me pregunto si el 4 de febrero en verdad usted me quería joder…
Chávez: ¿Cómo vas a creer, chico?… ¿Sabes qué puedes decir también?, se me ocurre, que tú eres el futuro de Venezuela. Así los que están indecisos creen que si votan en mi contra, tú volverás, ¿qué te parece?
CAP: Bien bueno… Pero no me vaya a echar una vaina, Hugo… Mire que usted me está rayando mucho…
Chávez: Chico, no te preocupes… Tú sabes que aquí lo que yo digo es ley, y no hablo en sentido figurado. Después del 15, yo digo cuatro pendejadas a favor tuyo y lo demás se olvida… Tú sabes que a mí se me sigue ciegamente. Espérate que veas a Tarek diciendo que tú eres de pinga, te vas a quedar loco…
CAP: Je, je, je. Bueno, está muy bien… Entonces lo dejo…
Chávez: Adiós, hermanazo…
CAP: Hasta luego, Hugo…
Chávez: Ah, se me olvidaba… Ojalá pudieras dar la entrevista antes del domingo y así yo podré comentarla en “Aló, Presidente”.
CAP: ¡Tronco ‘e programa!… Yo no me lo pelo… Bueno, se me cuida, mire que gente como usted y yo quedamos pocos…
Chávez: Ni tan pocos… Un abrazote…