Fedecámaras Trujillo: escasez de gasoil pone en peligro la seguridad alimentaria del país
Como consecuencia de los problemas que padecen los productores para operar en Trujillo, la producción es más ineficiente y por lo tanto costosa, lo que repercute directamente en los bolsillos de los consumidores
El sector empresarial del estado Trujillo manifiesta su preocupación ante el desabastecimiento de gasoil (también llamado diésel) que padece la localidad, ya que es imposible cubrir la demanda y las consecuencias las sufre tanto la población como la industria regional.
En un comunicado firmado por las organizaciones gremiales afiliadas a Fedecámaras Trujillo, productores recalcaron que actualmente la entidad solo recibe un 30% de los 2.592.000 litros de gasoil que requiere mensualmente para operar con normalidad.
La escasez de diésel perjudica directamente la producción agropecuaria, afectando el trabajo en las fincas y en los campos de una región importante para el abastecimiento nacional.
«Es un gran problema el suministro de gasoil para nuestros productores agropecuarios. Sin gasoil no hay producción. El gasoil lo necesitamos para prender nuestras plantas eléctricas, para poder sacar nuestra producción de las fincas y unidades de producción. Sin gasoil se agudiza la crisis alimentaria en el país», advierten en la misiva.
Aunque los empresarios coinciden en que el precio del combustible debe ser lo suficientemente elevado como para cubrir sus costos de producción, pero sostienen que el incremento en el precio «llega en un momento inoportuno».
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Problemas para producir en Trujillo
En este sentido, sostienen que el problema de la inseguridad alimentaria en Trujillo se agrava con el pasar de los días, especialmente porque deben lidiar con otros problemas de larga data que obstaculizan la producción y distribución de productos alimenticios.
«En la zona baja seguimos teniendo problemas con el robo de ganado, con la extorsión la vacuna, los secuestros, el cobro de peajes y el matraqueo en las alcabalas de todo el estado Trujillo», afirman.
Por si fuera poco, deben lidiar con con una paupérrima prestación de servicios públicos que afectan tanto a empresas como a los ciudadanos. El suministro eléctrico es intermitente y las interrupciones se hacen cada vez más presentes tanto en áreas urbanas como en rurales.
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Como consecuencia de estas limitantes, producir es más difícil, menos eficiente y por lo tanto, más costoso. Esto hace que los precios de los bienes y servicios incrementen su precio, afectando al consumidor final.
«En el campo, la actividad agropecuaria también sufre las consecuencias al no tener electricidad, ya que se paraliza el riego de cultivos y los tanques de enfriamiento no funcionan. Todo esto se traduce en una disminución de la producción y un aumento de costos, con consecuencias directas sobre el consumidor», subrayan.
A estas dificultades se suman la ineficiencia del servicio de agua, la ausencia de financiamiento por parte de la banca y el bajo poder adquisitivo de los venezolanos.
Empresarios comprometidos
Para solventar estos problemas y mejorar la producción, los empresarios de Trujillo afirman que pueden colaborar con las autoridades para impulsar la recuperación de la economía.
«Los empresarios trujillanos estamos en la mejor disposición de aportar nuestros conocimientos, talentos y experiencias para que se produzca una rápida recuperación de la economía y una mejora de las condiciones de vida de todos los trujillanos. Estamos dispuestos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para contribuir a frenar el deterioro del aparato productivo nacional», afirmaron.
Por esta razón, solicitaron establecer comunicación directa con el gobernador de Trujillo, Gerardo Márquez, y todo su tren ejecutivo, ya que hasta ahora los acercamientos con el mandatario regional han sido infructuosos pese a haber sostenido encuentros con algunas autoridades municipales.
«Es necesario el consenso y la comunicación entre el sector público y privado, es lo que va a hacer posible que Trujillo pueda recuperarse, necesitamos que todos los Trujillanos, desde el más pequeño emprendedor hasta el más grande comerciante, puedan desarrollarse en su actividad económica», argumentaron.