Fernando Haddad reemplaza a Lula como candidato presidencial en Brasil
La dirección del Partido de los Trabajadores anunció la decisión en la ciudad de Curitiba, en donde Lula cumple su condena de 12 años de prisión
Luego de meses insistiendo ante las autoridades judiciales, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se dio por vencido, y cedió su puesto como candidato presidencial a Fernando Haddad, exministro de Educación de Brasil.
Poco antes del anuncio oficial, el Partido de los Trabajadores (PT) dejó entrever el desenlace en las candidaturas para las elecciones, previstas para el mes de octubre. «Desgraciadamente insisten en apartar a Lula, contrariando a la ONU y la voluntad del pueblo brasileño”.
“Lula lo ha pedido: continuemos juntos, unidos, pase lo que pase”, dice en un vídeo Haddad, quien hasta hace poco era candidato a vicepresidente de Lula, quien se encuentra preso desde abril por actos de corrupción.
La dirección del PT anunció la decisión en la ciudad de Curitiba, en donde Lula cumple su condena de 12 años de prisión, y se produjo en el último día de plazo que el partido tenía para anunciar a su nuevo candidato presidencial luego de la decisión del Tribunal Electoral de inhabilitar al exmandatario.
Antes de la inhabilitación, Lula era el claro favorito para los comicios al superar ampliamente al diputado de extrema derecha Jair Bolsonaro, herido con un cuchillo recientemente durante un acto por un seguidor del exmandatario.
Según un sondeo del instituto Datafolha divulgado el 10 de septiembre, Haddad ya tiene un 9% de intención de voto, el doble que en agosto.
Técnicamente, Haddad ya está empatado en segundo lugar con los rivales más fuertes: Ciro Gomes (PDT, centro-izquierda), Marina Silva (Rede, centro-derecha) y Geraldo Alckmin (PSDB, la derecha tradicional brasileña).
Para todos, el reto es desbancar a Bolsonaro, que sigue aislado en primer lugar y tendrá que pasar parte de la campaña recuperándose.
Sus contrincantes temían que el atentado catapultase su popularidad, pero eso no ha sucedido: según Datafolha, sus intenciones de voto han crecido muy poco, apenas un 2%, dentro del margen de error, y su índice de rechazo ha crecido del 39 al 43%.