Fiscalía asegura haber procesado más de 4.000 casos de homicidio en lo que va de 2021
Tarek William Saab destacó que la Fiscalía atiende con especial detalle los casos de homicidio en Venezuela para resolverlos rápidamente
El fiscal designado por la extinta asamblea constituyente, Tarek William Saab, aseguró el jueves 9 de septiembre que la Dirección de Delitos Comunes del Ministerio Público ha procesado 4.633 casos de homicidio en lo que va de 2021. Afirmó que se han presentado 1.291 acusaciones y se han obtenido 1.387 condenas.
«Los casos más graves se refieren a los homicidios por encargo, conocido como sicariato; los cometidos contra personas secuestradas, los cometidos contra la población vulnerable, los cometidos por razones de odio, los homicidios cometidos a objeto de publicar el acto mediante redes, los homicidios por envenenamiento y los homicidios en agavillamiento», indicó.
Recordó además que por delito de homicidio la legislación venezolana prevé la pena máxima de prisión, que es de máximo 30 años de cárcel. De igual forma, subrayó que este tipo de casos tiene especial atención por parte del Ministerio Público y de los demás organismos auxiliares de justicia para que los mismos no queden impunes y se sancionen a los responsables.
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Tarek William Saab señaló que su despacho trabaja en coordinación constante con el Ministerio de Interior y Justicia ,a cargo del almirante en jefe Remigio Ceballos, con el objetivo de reforzar la cooperación interinstitucional, al igual que expresó que se han establecido coordinaciones para permitir la celeridad en investigaciones en casos en materia de DDHH «en que puedan estar incursos funcionarios policiales de los cuerpos dependientes de ese Ministerio”.
«Hemos ofertado cursos de formación en derechos humanos para los funcionarios policiales, a través de nuestra Escuela Nacional de Fiscales. Creemos en la buena fe de nuestras instituciones», agregó.
Saab también indicó que el Ministerio Público se encuentra atento a las propuestas de reforma del Código Penal para proponer la revisión de las penas de ciertos delitos graves, con la intención de que estas sean más severas si realmente el caso lo amerita.
En su ya acostumbrada rueda de prensa, el fiscal ofreció detalles de tres casos de homicidio producto del sicariato y uno sobre extorsión en Apure.
El primero de los casos por homicidio que reseñó fue el del ciudadano Rigoberto Colmenárez, de 51 años, quien fue asesinado en la localidad de Ospino en el estado Portuguesa. El hombre fue encontrado muerto el 22 de agosto en una vía pública de la zona con varias heridas proferidas con arma blanca. Dos días más tarde, los funcionarios policiales lo detuvieron en Guanare y presentado ante los tribunales.
Tras las investigaciones se determinó que Roberto Antonio Colmenárez, de 28 años e hijo biológico del hombre, fue quien perpetró el crimen contra su padre porque él mantenía una relación sentimental con su madrastra. Días antes, la mujer había terminado la relación y decidido regresar con Rigoberto Colmenárez.
Previo al crimen, el asesino había intentado envenenar a su padre pero este se dio cuenta de que le habían colocado algo en la comida. A pesar de este alerta, decidió no denunciarlo ante las autoridades.
Como segundo caso esclarecido, Saab expuso el asesinato en Lara de Reina Manzano. Su cuerpo fue encontrado el 13 de agosto en una habitación de su casa ubicada cerca en Sanare. El cadáver de la víctima fue encontrado por un familiar y explicó que ningún otro de los integrantes de la familia estaba en la residencia.
«Tras una búsqueda, se encontraron los cuerpos del esposo de la mujer, Antonio Aguilar, y sus dos hijas, María Isabel y Yenny Carolina Aguilar Manzano, de 20 y 32 años, en un barranco cercano a la casa. La menor de las hermanas estaba además embarazada», relató.
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Un quinto integrante de ese grupo familiar, identificado como José Vicente Aguilar Manzano (22), no se encontraba en el lugar de los hechos y luego que fuera aprehendido por los cuerpos de seguridad confesó haber cometido el crimen. El culpable refirió que mató a su padre porque agredía a su madre, pero al ver la tristeza de la mujer, manifestó que la asesinó también y luego a sus hermanas cuando descubrieron el doble parricidio.
El último al que hizo referencia Tarek William Saab se trató del asesinato Ronald Ortiz, en Coro, estado Falcón, quien al momento del hecho se encontraba acompañado de una segunda persona identificada como José Aquino.
La situación transcurrió cuando Ortiz y Aquino estaban a punto de entrar a una clínica. La víctima subió a la azotea de la estructura mientras que Aquino esperaba al frente cuando se escuchó un disparo, provocando que el segundo huyera de la escena.
Al día siguiente, se reportó el robo de la clínica y la esposa de Ortiz reportó su desaparición. Por instrucciones del fiscal del caso, el Cicpc entrevistó a José Aquino, y luego se dirigió a la Clínica, donde tras realizar una inspección encontraron rastros de sangre y de disparos en la azotea.
Ante la evidencia, el dueño de la clínica, Diego García, confesó haber asesinado a Ortiz, a quien enterró en un patio detrás del centro de salud.
García, fue detenido e imputado por los delitos de homicidio intencional calificado y obstrucción a la investigación. Por su parte José Aquino fue imputado por aprovechamiento de cosas provenientes del delito.
