Funcor impulsa la XV Edición de su apreciada Exposición Nacional
Las orquídeas más bellas vuelven a los espacios abiertos del BOD
Del 4 al 6 de octubre regresa a Caracas esta ocasión exquisita, que persiste desde 2001 por iniciativa de la Fundación de Cultivadores de Orquídeas y el apoyo permanente del Banco, donde se saborean momentos irrepetibles para apreciar y llevarse orquídeas, conocer su mundo entre charlas, libros y especialistas, además de otros placeres cálidos de comidas y sorbos venezolanos, incorporados en los últimos tiempos.
La magia de las orquídeas, con su belleza de colores, aromas y formas, vuelve desde este 4 de octubre a los espacios abiertos del Banco Occidental de Descuento, BOD, en la edición XV de esta Exposición de Funcor, la Fundación de Cultivadores de Orquídeas nacida en el año 2001, para gratificar a caraqueños de toda gama con su atmósfera envolvente, en una experiencia para los sentidos, acompañada también esta ocasión anual única de zona gourmet con placeres adicionales, rifas de orquídeas y variadas plantas, charlas, además de libros sobre nuestra formidable flor nacional.
“Se ha ampliado este encuentro con las orquídeas, que es tanto para aficionados como especialistas”–señalan Víctor Pantin y Heinz Graf–, apasionados e incurables cultivadores. “Hay un abanico nuevo de disfrute, con otros estands que acompañan la exhibición de la Cattleya, y muchas de las 1.682 especies que existen en Venezuela estarán ahí, al alcance”, señalan Xavier Caballero y Agustín Morales, también directivos de Funcor. Hay en el evento otras ofrendas con chocolates, cafés, tequeños, almuerzos, helados y otras delicateces, cuentan los organizadores. Grupos que se les han ido uniendo igual en amistad, para “florecer” con sus emprendimientos.
Qué hace Funcor
La misión de los integrantes de Funcor es una y varias a la vez, activados en cuatro tareas cruciales para la reina flor: reproducción –e hibridación– de las plantas; la concientización sobre su valor, con charlas formativas gratuitas durante todo el año; conservación de las especies, y lo que todavía es un sueño en construcción paulatina: la reintroducción de las especies en su hábitat original, que es el cerro El Ávila. “Allí estaban por todas partes en los años 50, no le cabían más orquídeas a la montaña pero, aunque fueron desapareciendo, es posible devolverlas a su lugar de nacimiento”, afirma Heinz Graf.
–Desde tiempos inmemoriales, nuestra joya natural viene de un largo recorrido desde la Cordillera de Los Andes venezolanos, ascendiendo desde Trujillo hacia el norte por todo el país y terminando en el último piquito de la Cordillera de la Costa, que es El Ávila, dice Víctor Pantin.
Llenarlo de orquídeas otra vez es un sueño encaminado de Funcor.
El plan de fin de semana
Cayendo la tarde del viernes 4, y hasta el domingo 6 de octubre por la noche, en la Planta Baja del BOD, –primera y constante institución que ha apoyado a los cultivadores de orquídeas de Funcor– estarán en esos espacios envueltos de arte, cientos de flores y variedades, cuando se inaugura la Exposición de este primer encuentro sobre la Orquídea, con la asistencia de público estudioso de la flora, coleccionistas privados e invitados especiales, además de la prensa que desee asistir.
La apertura está a cargo de uno de los aliados más importantes de Funcor, la AVO (Asociación Venezolana de Orquideología), cuyo director de Juzgamiento de la Expo, Rafael Vaamonde, se encarga de organizar los grupos, del Acto de Evaluación y Juzgamiento y la premiación final de la noche, con la cual se inicia la jornada, mientras la AVO ofrece también la inscripción en su Curso Básico de Orquideología para todo el año, ese fin de semana.
Más gente se le ha ido uniendo a la Exposición de Orquídeas de Funcor cada año, junto a otros ámbitos “verdes” muy valorados que refuerzan la ocasión, como La Sociedad de Bonsai de Caracas, la gente de Captus, el estand de Bromelias y el Banco del Libro
Además, en la Zona Gourmet se juntarán nombres venezolanos como Suculentas, Fragolatte Helados, Villas Café, Carita de luna con su chef María Torres y el apreciado señor Ezequiel Gómez, quien hace 18 años extiende su apetecida mesa de chocolates, rodeado de flores. Todos hacen una donación para rifar y regalar a la gente, en esos días de deleite que cuestan un módico precio de entrada.
Unos personajes
La persistencia y calidad del delicado oficio de cultivarla y reproducirla, es el lazo que une a los productores de orquídeas de Funcor. Personajes inspiradores que merecen nota aparte, pero solo resumiremos: Heinz Graf, venezolano–alemán pionero desde la década de los 50, un maestro de múltiples discípulos y generaciones, vive en su “Plantío La Orquídea” en la zona montañosa de Oripoto; cautivado por ese Ávila que divisa de punta a punta desde su hábitat, donde también ha creado nuevas especies. Ya a sus 17 años eran un bromeliólogo de inequívoca vocación en su Alemania natal. Le gusta que le digan Henrique.
Víctor Pantin es un aragüeño de arraigo, heredero del espíritu poético y ecológico de su familia coleccionista de orquídeas, los Pantin Ganteaume. Hace 25 años comenzó en Turmero su labor, –donde nacieron él y sus diez hermanos– con 200 especies que tenían sus padres y que ha diversificado día a día desde entonces. A eso igual se ha consagrado con su esposa e hijos, en “Paya Orchids”, un orquidiario privilegiado bordeado por el río Paya, un lugar donde él ha sorteado, también airoso, ciertas dificultades que la naturaleza asignó a su vida. Es el más joven de los Funcoreños, sembrado de gran sentido del humor.
Xavier Caballero, caraqueño enamorado desde niño de animales y plantas, tiene “Orquimiel”. Otro del ramo con su vivero en El Hatillo y con profundas raíces en oriente, empezando por la UDO donde estudió Ingeniería Agronómica, en aquel idílico campo petrolero de Jusepín, en Monagas. Apegado también a Caripe, “El Jardín de oriente”, donde se la pasa, estudia y educa en ese mundo desde adolescente. Honra a los maestros fundadores de la orquídeología nuestra, muchos fallecidos o fuera del país. Descubrió su pasión a los 7 años, en los alrededores del santuario de la Virgen de Coromoto en Portuguesa, donde su abuela le compró la primera.
A Agustín Morales, padre de “Orquídeas Nitsuga”, esta afición le viene desde su infancia, hace unos 40 años, rodeado por los árboles de casa de sus abuelos donde estaban pegadas muchas Cattleyas y Schomburgkias, otro género venezolano. De adulto mantuvo su vocación de coleccionista y se siente orgulloso sobre todo, de haber tenido un mentor en el oficio como Heiz Graf, su mejor ejemplo a seguir. Al pisar Agustín el primer evento de La Exposición Nacional de Orquídeas, (de la Sociedad de Ciencias Naturales) terminó de quedar enganchado en su juventud. Después de un viaje a Hawai donde visitó orquidiarios y laboratorios importantes, pasó de aficionado al amor eterno del productor.
Todos con orquideas