Furia bolivariana es igual a fascismo rojo, por Xabier Coscojuela
@xabiercosco
El chavismo es un movimiento totalitario. Su respeto hacia la democracia y sus métodos se mantuvo, a duras penas, mientras fue mayoría. Después de perder el apoyo popular, se quitó la careta y arremete contra instituciones y personas que no se plieguen a sus directrices. La última de sus muestras es la denominada furia bolivariana. Fascismo puro.
Las anteriores fueron graves, esta lo es tanto o más porque es promovida, abiertamente, por el propio Nicolás Maduro. No hay justificación para que grupos chavistas hayan marcado las casas y lugares de trabajo de un grupo de ciudadanos opositores y los hayan convertido en potenciales objetivos militares.
La amenaza fue reiterada el lunes 30 de marzo. Ya para esa fecha un grupo de diputados, dirigentes políticos, periodistas y dueños de medios de comunicación habían visto plasmada las amenazas en las paredes de sus residencias. Fomentar este tipo de prácticas no es nuevo dentro del chavismo. No deberíamos asombrarnos.
Lo novedoso es que lo hacen en medio de una pandemia y luego de asegurar, Maduro, que estaba dispuesto a conversar con todos los sectores para enfrentar juntos lo que significa el covid-19. Sus ofrecimientos de diálogo, como siempre, no fueron acompañados por ningún gesto concreto que permitiera suponer que esa vez iba en serio.
Al contrario, lo que se había venido produciendo es más represión, muestra de ello las detenciones ilegales de los diputados Renzo Prieto y Tony Geara, este mismo mes de marzo y sin sanciones adicionales de por medio.
La llamada furia bolivariana es inaceptable. Ni la amenaza de invasión militar, ni las acusaciones del gobierno de Estados Unidos contra Maduro y parte del cogollo que lo acompaña de tener relaciones con el narcotráfico pueden justificarla. Es una práctica que puede calificarse como terrorismo de Estado. Es una práctica fascista. ¿No hay chavistas que se rebelen contra esta aberración, que la cuestionen? ¿Son todos cómplices?.