Garzón, por Simón Boccanegra
¡Ahora sí se jodió Osama Bin Laden: el juez Garzón le dictó auto de detención! Lo que falta es que Aznar envíe a la policía española a ejecutar el auto, zanqueando al Lex Luthor del terrorismo en las montañas de Afganistán. Siempre me ha producido mucha curiosidad este juez español.Tiene años persiguiendo a los malos en todos los países del mundo.
Eso, desde luego, le vale simpatías a granel y miles de centímetros de prensa y horas de radio y televisión. Es uno de los ricos y famosos y figura conspicua del establishment planetario. Sin embargo, de un tiempo para acá un moscardón impertinente me ronda las circunvoluciones cerebrales.
¿Cuándo es que este celoso guardián de la justicia histórica le va a dictar auto de detención a los verdugos franquistas?
Los jueces que condenaron a muerte a los cinco de Burgos, los ministros que los acusaron, los torturadores de Julián Grimau y de tantas otras víctimas de la policía franquista, no deberían ser objeto del celo de Garzón. ¿Fraga Iribarne no podría, por ejemplo, ser citado por el gran juez para explicar algunos de los crímenes del régimen al cual sirvió?
Cuando vea a Garzón procediendo contra los criminales de su propio país tal vez se me disipe la sospecha de que no es más que un buscador de notoriedad.