¿Genocidio por omisión?, por Xabier Coscojuela
Hay Estados que han cometido genocidios por acción, como los nazis en Alemania, o Stalin y Mao en la URSS y China, respectivamente, pero hay otros Estados que cometen genocidio por omisión. ¿No califica el gobierno de Maduro en esta segunda opción?
Autor: Xabier Coscojuela
Murió Oliver Sánchez, el niño que participó en una manifestación porque no recibía la quimioterapia que requería por falta de los medicamentos adecuados.
Padecía leucemia y en sus últimos días tuvo que ser ruleteado por vasios hospitales porque en ninguno le garantizaban la atención por falta de insumos. Murió luego de 10 días en terapia intensiva en una clínica privada. Por otra parte, los pacientes del Hospital Vargas tienen que comprar hasta el agua y la empresa que suministraba alimentos a ese centro de salud dejó de hacerlo porque el Gobierno no le paga.
Aquí en TalCual dos compañeros de trabajo sufren las consecuencias de la falta de medicinas para enfrentar problemas de salud.
Colegas, amigos, que no consiguen la pastilla para tener bajo control la tensión, lo que pone en peligro su vida, o el tratamiento necesario para un padecimiento crónico que en las farmacias de alto costo el gobierno enterga a cuentagotas, si acaso.
Si uno se asoma a las redes sociales puede ver cómo están plagadas de mensajes de usuarios solicitando medicinas o aparatos médicos con los cuales atenderse ellos mismos o a sus familiares. Se ha creado toda una red de solidaridad y también, como siempre ocurre, una gran oportunidad para algunos que quieren hacer negocio en circunstancias tan trágicas como esas.
Esto ocurre después de que vienen pregonando por años los avances que, según sus cuentos, ha experimentado la salud pública en el país. Comenzaron con las bondades de Barrio Adentro, programa que tenía la misión de prevenir enfermedades, pero que no ha evitado innumerables epidemias incluso de enfermedades que estaba bajo control o habían desaparecido en el país.
La falta de medicinas, de reactivos en los laboratorios o de equipos con los cuales brindar una adecuada atención a los pacientes parece ser ignorada y escondida por los altos funcionarios gubernamentales y por los diputados del PSUV en la Asamblea Nacional, quienes no votaron a favor de declarar la «emergencia sanitaria» porque eso podría permitir la «invasión del imperio». Mayor muestra de cinismo imposible.
Incluso impiden la entrada de medicinas, pues aquí todo está bajo control, como dijo el embajador Bernardo Álvarez en Washington, donde sí conseguirá cuanto remedio necesite.
Hubo dos jueces que negaron peticiones de medidas de protección para niños y adolescentes, argumentando que no se había demostrado con pruebas que había una crisis de salud; la decisión fue apelada y el juez de apelaciones no necesitó ni quince minutos para negarla. Por lo tanto no emitió medidas de protección. Familiares de Oliver Sánchez estaban entre los demandantes, ¿qué dicen estos jueces ahora? ¿Ya hay pruebas? ¿Necesitan más muertes? Esta crítica situación que se está viviendo en toda Venezuela y que ha enlutado a, por lo menos, cientos de familias es consecuencia directa del paquetazo económico que está implementando el gobierno de Maduro, pero que no anuncia explícitamente. Parte de ese paquetazo lo constituye una reducción significativa de las importaciones de todo tipo, sin tomar ninguna medida de precaución ante las consecuencias que sobre la vida de muchas personas puedan tener. Y después hablan de la falta de humanidad del capitalismo o del FMI.
La ministra de Salud Luisana Melo pone de ejemplo el sistema público venezolano y le sugiere a sus colegas del mundo imitarlo. Suponemos que no se le rieron en su propia cara para mantener las formas diplomáticas, pero era lo menos que se merecía.
Hay Estados que han cometido genocidios por acción, como los nazis en Alemania, o Stalin y Mao en la URSS y China, respectivamente, pero hay otros Estados que cometen genocidio por omisión. ¿No califica el gobierno de Maduro en esta segunda opción?
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