Giordani habla de expectativas negativas, por Simón Boccanegra
El profesor Giordani soltó ayer otra de sus famosas pamplinadas. Dedicó un rato a ilustrarnos sobre el efecto de las expectativas negativas, es decir, sobre lo que ocurre cuando la gente espera lo peor. Naturalmente, la profunda reflexión estaba dirigida hacia los creadores de expectativas negativas por excelencia, que, en un ejercicio de objetividad científica, el profesor sostiene que son los medios de comunicación. ¿Este profundo analista de la economía nacional se habrá paseado alguna vez por la tremenda capacidad de creación de expectativas negativas que tiene un tipo que un día sí y el otro también anuncia la expropiación de alguna vaina? ¿Habrá percibido Giordani cuán profundamente pueden hundirse las expectativas cuando el mismo sujeto se coge a la brava una finca pequeña en plena producción sólo por pura retaliación política? ¿Sabrá Giordani del poder sumergible de las expectativas que posee ese señor cuando insulta y amenaza a gobernadores elegidos democráticamente y les arrebata atribuciones y recursos? ¿Se imagina Giordani hasta dónde pueden llegar las expectativas en su viaje al centro de la tierra cuando el interfecto ordena detener jueces que no lo complacen? ¿Cuando arruina el Sistema Eléctrico Nacional y todavía tiene las bolas de querer convencernos que de los apagones tenemos la culpa los consumidores? ¿Tiene idea el rey de la pamplina frita de la horrorosa carga de expectativas negativas que se dan en un país donde matan al año unas 15 mil personas y se pierde la cuenta de los secuestros? ¿Puede imaginar Giordani cuán negativas pueden ser las expectativas económicas de los venezolanos al saberse en manos de un minpopo tan incompetente y tan neciamente arrogante como el de Cordiplan?